Publicado: 22-09-2011

Los especialistas coinciden en que el sistema previsional argentino no es viable tal como funciona en la actualidad, pero las propuestas divergen desde un regreso a un régimen de capitalización privada hasta atar definitivamente el valor del salario pasivo a una canasta básica de la tercera edad y dejar de considerar el aporte como un derecho a futuro.

En tal sentido, Luciana Díaz Frers, directora del Programa de Política Fiscal del Cippec, propuso crear una asignación universal de la tercera edad y desatar la evolución de las jubilaciones de la discusión sindical salarial. El salario pasivo, según esta propuesta, se debería actualizar con la variación de precios de una canasta de necesidades básicas.

Para Díaz Frers, sólo se debe mantener cierta proporción de la jubilación relacionada con los aportes y contribuciones a la seguridad social, para no desincentivar el componente solidario.

"Ya está decidido que el sistema no es contributivo, porque los activos y pasivos aportan por igual al régimen previsional a través de los impuestos generales que se destinan a la ANSeS", enfatizó Díaz Frers.

Según Aldo Abram, director ejecutivo de la fundación Libertad y Progreso, en cambio, "se aporta al Estado y éste se compromete a pagar una jubilación cuando se llega a la edad pasiva", y comparó ese compromiso del Estado como "la compra de un beneficio que es un bono y que va a pagar cupones". Propuso, asimismo, volver a un régimen de capitalización privada.

"El régimen jubilatorio es un sistema de endeudamiento con los aportantes", remarcó Abram y añadió que "para los Estados tiene la ventaja de que los aportes y contribuciones se contabilizan como ingresos corrientes y se pueden gastar sin que generen déficit por acumulación de deuda".

Abram comentó también un informe de la Auditoría General de la Nación del año pasado, del cual dedujo que para 2017 la ANSeS tendría déficit y para 2030 el Fondo de Garantía de Sustentabilidad "no tendrá ni un peso", aseguró.

"El sistema de reparto lleva necesariamente a que en el tiempo lo financien los contribuyentes con los impuestos o que se deje de pagar lo que se prometió, comentó.

Abram propuso "volver a un esquema de ahorro individual con garantía mínima de jubilación en la que el Estado pone la diferencia para aquellos que no la alcanzan". Dijo que el aporte previsional al Estado debe ser mínimo y lo demás a un régimen voluntario de capitalización.

A su vez, Jorge Grinberg, Porfolio Manager de Fleming, una administradora de fondos de pensión, comentó el régimen canadiense, donde existe un subsidio para el pago de una asignación mínima, con un sistema jubilatorio público que tiene un componente de reparto y otro de capitalización, más los fondos de pensión privados y cuentas individuales de ahorro que están exentas de impuestos y son deducibles.