Obras públicas que no se hicieron, manejo discrecional de fondos: al presupuesto nacional siguen sin cerrarle los números.

El presupuesto nacional parece haberse convertido en un instrumento que ha perdido credibilidad y confianza. Al menos así lo indica un informe de la Contaduría General de la Nación y las críticas de la oposición, que hablan de "dibujos" en el manejo de las partidas.

Un estudio referido al tema del Instituto de Estudios Económicos aseguró que dentro del presupuesto nacional 2008 se anunciaron gastos primarios por $ 142.400 millones, pero se gastaron $ 182.000 millones. "Es decir, un 28% más de erogaciones fueron finalmente ejecutadas y se asignaron en forma discrecional por el Poder Ejecutivo en uso de las facultades delegadas por la ley de Superpoderes", precisa el documento.

Y añade que "es necesario destacar que la ley de Presupuesto Nacional es un instrumento que ha perdido credibilidad en los últimos años, debido principalmente a la subestimación de diversas partidas y la ejecución final de las mismas". 

En el presupuesto 2009, los manejos discrecionales también fueron evidentes. Un informe de la Contaduría General de la Nación, que está siendo analizado por la Auditoría General de la Nación, así lo reveló. En sus planillas, el presupuesto 2009 incluyó 1.141 obras públicas, de las cuales 1.077 no se ejecutaron. Esto significa que el Gobierno sólo realizó el 6% de las obras públicas prometidas.

Si bien el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, salió a desmentir ese porcentaje, lo cierto es que la discrecionalidad en los manejos existe.

El presupuesto 2011, que se discute en el Congreso, también es foco de polémicas. La oposición asegura que a varias obras se les asignaron partidas "irrisorias". Por ejemplo, al dragado del río Uruguay se le impartieron 10 mil pesos. En 2009 se le había destinado un millón. Esa obra nunca se realizó. Para el economista y ex diputado Jorge Sarghini, que fue ministro de Economía durante el gobierno de Eduardo Duhalde, "el presupuesto dejó de ser una señal creíble. Los superpoderes permiten modificar lo que el Poder Ejecutivo dice, es decir que la ley de Presupuesto ha perdido su fundamento central".

Por su parte, la diputada nacional Fernanda Reyes (Coalición Cívica), que integra la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja, en diálogo con Hoy precisó que "desde 2003 hasta hoy, el Gobierno manejó discrecionalmente 135 mil millones de pesos. Si a eso se le suma la discrecionalidad con que maneja los fondos para obras públicas, significa que hace lo que quiere con los recursos del Estado. Esto sucede porque la ley de Presupuesto es un dibujo".

Para Claudio Lozano (Proyecto Sur), se trata de "un proyecto mentiroso, porque oculta recaudación".

Las obras públicas

El informe de la Contaduría reveló que se presupuestaron obras por poco más de 3.700 millones de pesos, pero sólo se ejecutaron algo más de 1.100 millones. Es decir, una diferencia de 2.600 millones de pesos que no se utilizaron para lo que disponían las planillas. ¿Pero cuál fue el destino de esos millones? "No sabemos a qué fueron destinados, si a municipios o a gobernadores amigos", asegura Reyes.

Según Sarghini, "no hay antecedentes de una brecha tan grande entre lo que ordena la ley de Presupuesto y lo que se hace".

Las que superaron el presupuesto

A las obras no concretadas se agrega otra irregularidad: las obras realizadas con un costo mucho mayor al programado. Dentro del presupuesto 2009, hay 78 obras que se ejecutaron con un costo superior al informado en las planillas. Al respecto, la diputada Reyes sostuvo que en algunos casos supera el mil por ciento.

Por su parte, Sarghini sostuvo que "no es necesario ir a las planillas. En cualquier ciudad hay obras comprometidas y nunca realizadas".

Las provincias más favorecidas

Otro dato que reveló el informe de la Contaduría General de la Nación está relacionado con quienes fueron los más favorecidos en las transferencias a municipios y gobiernos provinciales para obras de infraestructura social y económica. 

En ese sentido, las provincias de Buenos Aires y Santa Cruz fueron las que más transferencias se llevaron: la primera se llevó el 34,7%; mientras que la provincia patagónica fue beneficiada con el 15,8%.

Luego le siguen en el escalón la provincia de Catamarca y la Capital Federal, con el 0,1% del total. Hacia este último punto la oposición apunta sus críticas, ya que se trata de dos distritos opositores.