Córdoba.- El adelanto de dos millones para el techado del Anfiteatro, en el centro de la polémica entre el Ejecutivo y los tribunos opositores

La disputa por el dinero que viene de la Nación para la Municipalidad para ser destinado al Eninder, no se toma vacaciones.

En este capítulo, los tribunos José Naselli (Democracia Cristiana) y Francisco Maristany (Frente Cívico) rechazaron la insistencia para autorizar órdenes de pago destinadas al organismo regional que está realizando el techado y remodelación del Anfiteatro.

Pero no sólo rechazan las órdenes por obras ya realizadas por el Eninder, sino también, lo que el intendente denomina “anticipo financiero” y que para los tribunos de la oposición no es otra cosa que un préstamo.

El monto del “anticipo” o “préstamo” es de dos millones de pesos. Para Naselli y Maristany, lo curioso es que en mayo del año pasado se entregó el mismo dinero en concepto de adelanto.

Según el decreto firmado en esa fecha por el intendente Eduardo Accastello, “atento que el municipio cuenta con excedentes financieros transitorios destinados a compromisos futuros… resulta oportuno afectar al pago parcial del Certificado de Obra Nº 1 la suma de dos millones de pesos” y agrega que dicho importe será compensado “una vez recibida la remesa pertinente de la Subsecretaría y en ocasión de cancelarse el saldo comprometido por el citado Ente”.

Cabe señalar que oportunamente, desde la Subsecretaría enviaron los dos millones completando el pago del certificado de obra Nº 1 (ya van por la Nº8), pero se fue renovando ese “anticipo” y ahora pretenden hacerlo otra vez.

Es por eso que los tribunos entienden que Eduardo Accastello “desconoce, incumple, quebranta su propio decreto, ya que hace varios meses se dieron las condiciones por él mismo impuestas, pero mediante un simulacro de devolución y nuevo préstamo, termina vulnerando, infringiendo, desacatando lo que él mismo había dispuesto meses atrás. Y para peor, por la actividad de encubrimiento de la forma de invertir los dineros del pueblo, que a esta altura de los acontecimientos resulta un hecho innegable, irrefutable, incontrovertible, asistimos al desopilante, jocoso, divertido (hasta cierto punto) caso de un intendente que ignora sus propias decisiones”, tal como lo expresaron en la resolución Nº 3 por la cual rechazan tal pago.

Y concluyen: “Todo esto tiene su propia explicación: el intendente ha abdicado, renunciado a su discurso republicano, y en lugar de actuar como mandatario de quienes lo ungieron en tan honroso cargo, se comporta como un rey absoluto ajustado sólo a las normas que él mismo va fijando, con ignorancia no sólo de la Carta Orgánica Municipal y de las ordenanzas, sino de sus propias resoluciones dictadas con anterioridad”.