No objetó la decisión del juez Rafecas y las audiencias podrían ser en un año.
Un sugestivo silencio de la defensa del ex presidente permitió ayer al juez federal Daniel Rafecas elevar rápidamente a juicio oral a Fernando de la Rúa por el escándalo del presunto pago de sobornos a senadores para la aprobación de la reforma laboral durante su gobierno. Se trata del primer ex presidente que va a juicio por un delito de estas características.

De esta manera, De la Rúa se sumará a los otros ocho acusados que esperan la fijación de la fecha del juicio. Fuentes judiciales estimaron ayer que el juicio probablemente se lleve a cabo durante 2011 o, si dan los tiempos del Tribunal Oral Federal 3 (TOF 3), a fines de 2010. 

El trámite de la elevación a juicio respecto de De la Rúa hubiera sido más complicado si el ex presidente hacía planteos contra esa decisión. Sin embargo, sus abogados consintieron la medida. Así, con el visto bueno de la Fiscalía y las dos querellas (la Fiscalía de Investigaciones Administrativas y la Oficina Anticorrupción), Rafecas mandó el expediente al TOF 3.

De todos modos, De la Rúa ya había dicho en agosto, cuando la Cámara Federal confirmó su procesamiento, que no apelaría a la Cámara de Casación y que discutiría todo en el juicio oral. 

Sin embargo, en Tribunales especularon que al no oponerse a la elevación a juicio, los abogados del ex presidente evitaron que el juez hiciera una valoración de las nuevas pruebas incorporadas a la causa y que podrían perjudicar a De la Rúa. Entre ellas, el misterioso papel jugado por un dirigente radical jujeño que habría participado de las negociaciones con los senadores justicialistas acusados de haber cobrado las coimas.

Se trata de Eduardo Carrillo, un veterano ex diputado provincial que adujo problemas de salud para no viajar a Buenos Aires. Rafecas había viajado a Jujuy para escucharlo como testigo y luego decidió transformarlo en acusado. Todavía no lo pudo indagar por sus problemas de salud. El teléfono de Carrillo aparece conectado con los de De la Rúa y otros implicados. Pero todos esos datos surgieron después del procesamiento del ex presidente.

El propio Carrillo admitió haber sido convocado por De la Rúa el 23 de marzo de 2000 para acompañarlo en un viaje oficial a Tucumán. En el mismo avión también iba De la Rúa. El jujeño dijo que le ofrecieron un cargo de asesor vinculado a la "seguridad de fronteras". La hipótesis del juzgado es que fue contactado para hacer de nexo con su coprovinciano Alberto Tell, el senador justicialista que presidía la estratégica comisión Laboral en el Senado.

Los otros acusados que ya esperan el momento del juicio son el ex ministro de Trabajo, Alberto Flamarique; el ex secretario de Inteligencia Fernando de Santibañes; el ex secretario parlamentario Mario Pontaquarto y los ex senadores justicialistas Augusto Alasino, Remo Costanzo, Emilio Cantarero, Ricardo Branda y Tell.