La Defensoría del Pueblo denunció ayer que casi el 60% de las becas para estudiantes rechazadas por el Gobierno porteño corresponden a hogares que están por debajo de la línea de la pobreza.

En el relevamiento, el defensor adjunto Gustavo Lesbegueris advirtió que el 58,6% de las becas rechazadas corresponde a hogares que están por debajo de la línea de pobreza, mientras que el 3,6% de los peticionantes está por debajo de la línea de la indigencia y el 37% pertenece a hogares con ingresos inferiores al valor de la canasta básica. Según los datos proporcionados por la Defensoría porteña, el 19,6% de las becas rechazadas fue a chicos que abandonaron la escuela el año pasado y que decidieron retomar este año sus estudios. En tanto, el 26,5 es de estudiantes que cursan en escuelas de la zona sur, donde vive la población más vulnerable de la Ciudad.

Según el estudio, el 11,1% de las becas rechazadas corresponde a chicos que habitan en una casa o casilla de una villa de emergencia, el 1,9 vive en una casa ocupada, el 5,8 son jefes de hogar, y el 46,4 se atiende sólo en hospitales públicos.

Para el programa de becas de este año el Gobierno porteño dispuso $20.500.000, que se suman a una partida de 6.000.000 que aprobó la semana pasada la Legislatura porteña en el marco de la ampliación presupuestaria por 1.500 millones.

Desde el Ministerio de Educación aseguraron que continúa abierto el proceso de revisión de las becas hasta el 30 de septiembre. Y agregaron que habrá becas para "todos aquellos que las necesiten".