Publicado: 12-04-2012
  
Córdoba.- Incluye sugerencias de la oposición:una auditoría del Tribunal de Cuentas, la prohibición de que la fundación se endeude y representación gremial.

El bloque de concejales radicales de la ciudad de Córdoba recibirá hoy del Departamento Ejecutivo una serie de propuestas modificatorias del proyecto de creación de la polémica fundación Instituto Municipal de Cultura. Aunque no hubo consenso con el gremio de los municipales ni los casi 500 empleados del área, la Secretaría de Cultura sí incorporó a la propuesta varias sugerencias planteadas por los bloques de concejales opositores.

Según trascendió, los cambios que los radicales propondrán en comisión incluyen una restricción en el objeto del Instituto, que se concentrará en el elemento saliente de la propuesta: la generación de conocimiento sobre la producción cultural cordobesa. Ese cambio apunta a evitar la superposición de funciones con la Secretaría de Cultura, que era una de las objeciones de los concejales.

El Ejecutivo también propone que se establezca que la Municipalidad de Córdoba es el único socio fundador del Instituto y también fija la suma del capital inicial de la fundación en 50 mil pesos. Ese dato era reclamado con insistencia por la oposición política.

El otro cambio importante que responde a críticas de la oposición se relaciona con el control de la futura fundación. Al contralor de la Dirección de Inspección de Personas Jurídicas –es el que legalmente corresponde a las fundaciones– la propuesta de modificación le agrega una auditoría del Tribunal de Cuentas Municipal.

También se limitará la capacidad legal del futuro organismo, ya que estará inhabilitado para contraer deudas. Además, se establece que en caso de disolución del Instituto, todos los bienes que estuviera a su nombre pasarán a ser propiedad de la Municipalidad de Córdoba.

Respecto a la integración del directorio de la fundación, se proponen nueve vocales, uno por cada rama de la producción cultural (artesanos, diseñadores y productores audiovisuales, entre otros) y se reserva una vocalía para la representación de los empleados de la Secretaría de Cultura, que hasta el momento encabezaron una feroz oposición al proyecto del titular del área, Francisco Marchiaro.

El proyecto está siendo analizado en la comisión de Cultura del Concejo. El radicalismo aspira a que sea aprobado en la sesión del jueves próximo, con los cambios propuestos por el Ejecutivo.