El Gobierno no hace ajuste, pero apuesta a la inflación
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Informe Auditor.info "Para cerrar el año con un déficit de ..."
El gobierno de Cristina Kirchner seguirá acusando a la oposición de esconder una intención de realizar un ajuste al estilo de los años 90 por oponerse al pago de la deuda con reservas del Banco Central, mientras que la Casa Rosada jura que no aplicará recortes de gastos, porque crecerán los ingresos para cubrir el bache fiscal.
El Poder Ejecutivo apuesta a las exportaciones de soja, pero, además, aunque no lo admita, a que la inflación generará mayores recursos.
"No haremos ningún ajuste de gastos. Ni siquiera un recorte de los subsidios, no hay forma", dijo a LA NACION el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
"La economía va a crecer en 2010, la recaudación va a andar muy bien, habrá un incremento fuerte", dijo. "No va a haber déficit fiscal en la Argentina. No lo hubo el año último, un año de crisis global, menos lo va a haber este año", razonó.
No lo dijo, pero en otros despachos oficiales flota la idea de otro tipo de ajuste. Sería por el lado de los ingresos fiscales y en gran medida sostenido por la suba de precios.
¿Quiere el Gobierno un plan que logre bajar la inflación? La recaudación de febrero fue de 27.377 millones de pesos, un 20,2% mayor que el mismo mes de 2009. Según un informe de la consultora Economía & Regiones, los impuestos de IVA y Ganancias explicaron más del 52% del crecimiento total de ingresos.
"Al margen de la mejora de los niveles de actividad respecto de 2009, fue relevante la aceleración del nivel general de precios, lo que se mantendrá con gran probabilidad a lo largo de todo 2010", dice E & R.
Los tributos ligados al comercio exterior (entre ellos, retenciones por soja) presentaron un aporte al crecimiento de 27%, agrega.
Si bien el Gobierno no recortará los gastos que alientan la actividad productiva y van al bolsillo de la gente, se descuenta que el ajuste por inflación tendrá impacto negativo en el salario real y podría desatar una fuerte puja distributiva.
Además, la misma inflación podría disparar a su vez el gasto público, sobre todo por vía de la suba de subsidios al transporte y a la energía y de salarios en el sector público.
Los números en rojo
Las transferencias corrientes al sector privado (subsidios) fueron de 52.476 millones de pesos en 2009. Y para 2010 están presupuestados 44.991 millones, que se descuenta que se incrementarán con el año, según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), que dirige Nadin Argañaraz.
La presidenta Cristina Kirchner se quejó el martes de los legisladores opositores que reclaman rebajas en subsidios, pese a que el Gobierno en 2009 aumentó las tarifas para reducir esos giros y la oposición frenó la medida en el Congreso.
Por el preocupante bache fiscal, la Casa Rosada quiere pagar la deuda con las reservas del BCRA: en el presupuesto 2010 fijó necesidades financieras por $ 55.000 millones y estima que el déficit provincial sería de 13.000 millones. Iaraf estima que las provincias tendrían un bache financiero a cubrir por la Nación de 18.000 millones, aún después del envío de recursos del Programa de Asistencia Financiera (PAF).
Casi todos los analistas calculan, por su parte, que el gasto crecería en 2010 entre 25 y 30% y los ingresos sólo el 20%: no se computaron en el presupuesto subas de salarios públicos, de subsidios ni los planes de asignación universal por hijo, por lo cual el rojo que se debe cubrir podría ascender a los 90.000 millones de pesos.
Ante la falta de voluntad política del Gobierno para contener la suba del gasto, y si no basta con una mayor recaudación ni con reservas del Banco Central (4382 millones de dólares para pagar deuda), la Nación volverá a tomar fondos disponibles dentro del Estado: del Central (29.000 millones de pesos), de la Anses (20.000), del Banco Nación (4000 millones). O podría emitir nuevos bonos.
Según la página web de la Asociación de Personal de Organismos de Control (APOC), 2009 cerró con un resultado financiero deficitario de 8000 millones, incluso tomando fondos del Estado. "Vamos a andar bien, como todos los años", señaló un alto funcionario.