El subsidio este año fue de $15.600 millones
Los subsidios para mantener quietas las tarifas de la electricidad llegaron este año a $ 15.600 millones. Por esa razón, Edenor, Edesur, Edelap, y las cámaras de generadores y transportadores de energía) publicaron un aviso en el que aseguraban que el consumo diario de luz de un departamento cuesta menos que un alfajor ($ 2).
Igual, aunque el Gobierno tiene congeladas las tarifas para todas las distribuidoras de electricidad, su relación con las distintas empresas es diferente. Con Edelap, de la estadounidense AES, hubo tensión en diciembre de 2008. El ente regulador (ENRE) denunció en la Justicia a los directivos de la empresa por presuntos delitos contables, tributarios y de defraudación al Estado. Fue en medio de otra ola de cortes de luz, que afectó durante varios días a miles de usuarios de la distribuidora platense.
Esa embestida encabezada por De Vido contó con el aval de los intendentes. En ese momento, como ahora, parecía que se estaba en la antesala de un nuevo proceso de "argentinización": la venta de las acciones mayoritarias a un grupo empresario afín al Gobierno. La intervención del embajador estadounidense Earl Wayne frenó esa posibilidad.
En el caso de Edenor, Cristina Fernández de Kirchner tiene simpatías por Marcelo Mindlin, el titular del grupo Dolfin, propietario de
Edenor. En la última inauguración de obras en Loma de la Lata (de la misma empresa), Cristina le hizo comentarios coloquiales a Mindlin sobre su bronceado, y otros propios de la mandataria cuando alguien le merece cierto aprecio.
Con Edesur, la relación es más fría. No siempre fue así: cuando la compañía era de la española Endesa, De Vido cuidaba sus comentarios para no molestar al gobierno socialista ibérico. Pero, desde el traspaso de Endesa a la italiana Enel, en el Gobierno son más duros con Edesur (como también lo eran con Telecom Italia).
En Edesur se cuidan de no hablar del Gobierno. Pero un ex secretario de Energía consultado por Clarín opinó que "estos chispazos son todos fuegos de artificio. Son las reacciones propias del Gobierno para dar una señal de que actúa cuando la gente está indignada con una empresa por los cortes. Pero después no pasa nada".