Las regalías mineras tienen un destino específico. Su uso puede ser destinado exclusivamente a financiar obras de infraestructura para el desarrollo económico y capacitación para actividades productivas. Sin embargo, hay municipios que, pese a contar con recursos -en algunos casos millonarios- provenientes de la minería no han invertido esos fondos o incluso los han puesto en plazo fijo para generar intereses hasta tanto

surgieran proyectos a financiar, como si los proyectos debieran surgir por inspiración divina y las necesidades -sobre todo de obras de infraestructura- no pulularan en las comunas del interior catamarqueño.

En 2008, de acuerdo con un informe elaborado por el Tribunal de Cuentas de la Provincia, 154 proyectos fueron presentados por las comunas para ser financiados con recursos mineros. De ese universo, la mayoría tuvo que ser modificado o -al menos- adecuado a las características de la ley 5.128 para poder ejecutarse. Es que la ambigüedad interpretativa que genera la ley en cuanto a las inversiones posibles sigue generando confusión entre intendentes y, en algunos casos, abre resquicios para gastos sospechosos. Por caso, a la comuna de Andalgalá se le rechazó un proyecto denominado Resignificación turística de la fiesta popular Semana de Andalgalá -que preveía una inversión de 400 mil pesos en ese concepto- por no encuadrarse en la ley de regalías. Se trata del mismo proyecto -aprobado por ediles aliados al intendente José Perea- que fue cuestionado por la oposición municipal y originó una denuncia ante el TC.

Pero mientras en algunas comunas presentan proyectos que escapan a la normativa o que no suponen grandes avances para el desarrollo de las economías -como la construcción de cordones cuneta o la sustitución de alambrados por cercos- en otras directamente no hay proyectos que demanden financiación.

Así, por caso, en 2008, las autoridades de seis comunas no presentaron ni un solo proyecto para financiar con los recursos que acumulan en sus cuentas de regalías mineras. Esos municipios son Tinogasta, Recreo, Mutquín, El Alto, La Puerta de San José y Puerta de Corral Quemado.

Lo grave es que, según el mismo informe, Mutquín y Recreo sólo presentaron un proyecto desde 2005 hasta 2008 para invertir los recursos que genera la minería: una planta procesadora de áridos en el municipio del Este y un proyecto denominado servicios agrícolas en la comuna del Oeste, en los que se invirtieron -de acuerdo con lo declarado- 745 mil pesos y 130 mil respectivamente.

Sin embargo, desde el último trimestre de 2004, cuando comenzaron a percibir los fondos mineros, Recreo recibió 2,5 millones y Mutquín casi un millón en regalías.

Saujil es una de las comunas donde se impulsó la colocación de los recursos mineros en plazo fijo para sumar intereses hasta tanto surgieran proyectos a financiar con ese dinero. Lo mismo había hecho, tiempo atrás, el Gobierno de la Provincia. Tal situación no recibió objeciones de parte del TC. Al contrario, el presidente del organismo, Mardonio Díaz Martínez, resaltó -cuando se le consultó sobre ese punto- que la ley no especifica plazos para la inversión de las regalías y que, por tanto, no se podía oponer a la colocación del dinero a plazo fijo hasta su uso.

Inversiones

Entre los 154 proyectos municipales presentados para financiar con recursos mineros, la más onerosa es la propuesta del municipio de Fray Mamerto Esquiú. Esa comuna presentó el proyecto La Educación como base para el desarrollo cuyo monto total de inversión asciende a la suma de 9,7 millones de pesos.

Andalgalá -distrito que más recursos recibe porque la extracción minera está en su territorio-, presentó en 2008, 18 proyectos para financiar con 29,5 millones provenientes de la minería. En 45 meses, esa comuna percibió 54 millones en regalías.