Publicado: 01-11-2009
 
El presidente de la firma sigue cobrando 6.000 pesos de sueldo

Se creó por decreto de "necesidad y urgencia" en 2003. Y ahora lleva 33 meses sin ser liquidada.

Las pruebas están en una caja fuerte amarilla, cerrada con llave, en una oficina de Retiro que está a la altura del reloj de la Torre de los Ingleses. Allí funcionó LAFSA, la sigla de Líneas Aéreas Federales, la aerolínea que nunca voló, pero le costó al Estado unos 40 millones de dólares. La sede de la empresa de aviación está al lado de las terminales de trenes y micros más grande del país. Pero de aviones, no hay ni rastros.

Una empleada simpatiquísima aún atiende el teléfono, pese a que la desaparición de la empresa fue anunciada por el Gobierno en enero de 2007, hace 33 meses. El presidente de la firma conserva su sueldo de 6.000 pesos en la mano y un escritorio de patas enormes, como de elefante, propio de los poderosos. Sólo que ese hombre, un ingeniero cuya actividad consiste en contestar demandas judiciales, apenas es obedecido por un puñado de empleados: 13 a comienzos de octubre pasado, sólo tres ahora. La salida de Ricardo Jaime de la secretaría de Transporte y la distancia que se abrió en la relación con el ministro de Planificación, Julio De Vido, han dejado al funcionario a la espera del decreto de liquidación, que en borrador pasea por los pasillos de la burocracia estatal, en las carpetas del expediente 21.313/2009.

Para pagar indemnizaciones, la compañía tuvo que vender el tractor que se usa para tirar de los aviones, una tijera para bajar las valijas, muebles y herramientas, porque el Tesoro le cortó los víveres hace dos años. La suma de todos sus presupuestos, entre 2003 y 2007, da 136.877.536 pesos, según detalles obtenidos por Clarín a través de un pedido de acceso a la información. A eso hay que agregarle 4.320.000 de pesos que la firma obtuvo por alquilar su hangar y un millón más que le quedó de deuda. Se pagaron sueldos que iban de los 2.000 a los 14.000 pesos. Al cambio de los distintos momentos en que se gastó la plata, fueron en total unos 40 millones de dólares. Nada queda.

El juez federal Daniel Rafecas investiga las irregularidades denunciadas por la Oficina Anticorrupción y por el abogado Ricardo Monner Sans, el primero que puso el ojo en la "aerolínea fantasma". Se realizaron peritajes y se avanzó en algunas comprobaciones: efectivamente, fueron contratadas unas 78 personas que no provenían de las extintas LAPA y Dinar, como se había promocionado desde los micrófonos kirchneristas.

También se le cargó combustible a por lo menos un avión que no figuraba en los convenios de LAFSA. La empresa dijo que reclamó y obtuvo la restitución del dinero, unos 10 mil dólares, pero la investigación sobre los "aerovales" continúa.

La aerolínea llegó a tener 138 azafatas, que lucieron uniforme azul, pañoleta gris y camisa blanca. Y 10 pilotos, que fueron entrenados en simuladores de vuelo de Miami, con todos los gastos pagos. Hoy, la mayoría nutre los planteles de aerolíneas privadas.

LAFSA nunca tuvo aviones propios ni planes de vuelo

En setiembre de 2003, se asoció a Southern Winds, una empresa argentina que estaba en peligro de quiebra. Durante 18 meses, SW puso sus seis aviones, su estructura de ventas y la ruta a Madrid, mientras que LAFSA aportó personal y combustible. "El personal sí voló", fue la respuesta oficial para atajar críticas. 

Lo que también voló, en febrero de 2005, fue una valija con 60 kilos de cocaína, de Ezeiza a Barajas, en un vuelo de Southern Winds. El acuerdo se vino a pique y LAFSA inició su larga agonía. LAN Argentina absorbió buena parte del personal. Y en febrero de 2006, De Vido dijo: "LAFSA no existe más, se liquidó". Pero aún no se liquidó.

Dicho por un directivo que ya no está en la aerolínea fantasma: "Y bueno, fue un intento que podía haber salido bien, si nos daban cinco años para conseguir el punto de equilibrio, pero al final, es cierto, no robamos, pero tiramos la plata".

Uniformes de azafatas y mecánicos

Por primera vez, Clarín muestra la ropa que utilizaron los 853 empleados que llegó a contratar la compañía, que nunca tuvo aviones ni planes de vuelo.

Costaron 459 mil pesos

Según la Oficina Anticorrupción, los uniformes costaron 459.664,37 pesos. "Fueron una exigencia de los Convenios Colectivos de Trabajo realizados entre LAFSA y los gremios. El personal los utilizó durante 18 meses", fue el descargo de la compañía. En las fotos se ven uniformes de empleados y azafatas, mamelucos de los mecánicos con tiras refractarias y una camisa celeste con el logotipo de LAFSA bordado en el bolsillo izquierdo. Hubo además gastos de capacitación por 372.750,76 pesos, dice un escrito de la OA. El organismos de control cuestionó esos gastos, al señalar que "en verdad, su actividad concreta como empresa aerocomercial resultaba ser muy limitada".

Curiosidades
  • El decreto de necesidad y urgencia que creó LAFSA fue firmado por Eduardo Duhalde al final de su mandato.
  • La existencia de la compañía atravesó la presidencia de Néstor Kirchner. Pero el escándalo por narcotráfico derrumbó todos los planes, en 2005.
  • Se anunció la desaparición de la empresa, pero bajo la presidencia de Cristina el trámite de la aerolínea que nunca voló continúa.
  • A los investigadores les llama la atención que varias empresas que resultaron proveedoras de LAFSA se constituyeron poco tiempo después del nacimiento de la aerolínea. Aún no se realizó la pericia sobre la cobertura de salud de los empleados.
  • LAFSA contrató empresas que no tenían empleados registrados. Dos firmas, además, tenían integrantes repetidos en sus filas.
  • La empresa demoró un año en obtener su Certificado de Explotador Aéreo y en poseer rutas propias obtenidas en audiencias públicas.
  • Como descargo final, sus directivos señalaron que "la empresa quedó en condiciones de volar y la misión de crear una empresa, encomendada por el decreto 1238/03, se logró ampliamente. Ante situaciones políticas ajenas a la conducción se eligió transferir al personal".
  • Una vez de pie, iba a ser privatizada.