En un informe con duros cuestionamientos a la política energética oficial, la Auditoría General de la Nación (AGN) pidió investigar por qué el segundo tramo del tendido eléctrico de alta tensión que va de Río Negro a Santa Cruz costó 48% más caro por kilómetro que el primero.

A partir de esos números, la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA) ya investiga un presunto pago de sobreprecio del orden de los $ 150 millones.

La información fue brindada ayer por el matutino "La Nación", en base a un informe de la AGN, terminado en las últimas semanas del año pasado, y que los elementos aportados por la Secretaría de Energía de la Nación sobre el tema no alcanzan para justificar el incremento entre una y otra obra. Además, objetó que el organismo no ejerciera el seguimiento y monitoreo en forma directa de esas obras, realizadas por la empresa Intesar SA, subsidiaria de Electroingeniería.

Por el primer tramo de la obra (entre Choele Choel y Puerto Madryn) se pagaron $ 545.737 por kilómetro, mientras que en el segundo tramo (Madryn-Pico Truncado) costó $ 848.812 el kilómetro.

"La diferencia de precio por kilómetro entre uno y otro tramo promedia el 48% si se incluyen conductores y estructuras metálicas", concluye la propia AGN, el organismo que asiste técnicamente al Congreso en el control de las cuentas del sector público.