El kirchnerismo planea aprobar esta semana una serie de modificaciones en la Auditoría General de la Nación (AGN) que incrementarían el poder de la Casa Rosada en el máximo organismo de control de las cuentas públicas.

Las reformas le quitan atribuciones al presidente del cuerpo, que por mandato constitucional es elegido por el partido de oposición con mayor representación en el Congreso. Hoy es el radical Leandro Despouy, enfrentado con sus pares del kirchnerismo, que son mayoría en el Colegio de Auditores, donde se toman las decisiones más trascendentes y se aprueban los informes de auditoría. Este colegio, si se aprueba lo propuesto, asumirá funciones que hoy tiene el presidente. Según el proyecto firmado por los cuatro oficialistas de la AGN, ya no dependerá de Despouy la redacción del orden del día, que fija los temas por tratar en las reuniones del Colegio. El presidente sólo podrá convocar a sesiones extraordinarias si cuenta con el requerimiento de tres de los auditores generales, y para incluir en el debate un tema no previsto se necesitará "el voto unánime de los integrantes del Colegio" (hasta ahora, bastaba con el asentimiento de la mayoría de los presentes).

La iniciativa suprime incluso un artículo entero del reglamento del Colegio de Auditores. Es el que describe en detalle las funciones de la presidencia: "De conformidad con lo dispuesto por el artículo 123 de la ley 24.156, el presidente ejerce la representación del ente y ejecuta las decisiones del Colegio. Convoca, preside y abre las sesiones del Colegio, cierra los debates y hace votar. Informará al Colegio sobre el cumplimiento de sus funciones ejecutivas y de su representación institucional, auxiliado por las secretarías bajo su dependencia inmediata".

El clima en la AGN es de extrema tensión desde el mes pasado, cuando Despouy fue acusado de haber difundido de forma "tergiversada" un informe de auditoría sobre un presunto sobreprecio de unos $ 150 millones en el tendido eléctrico de Santa Cruz. Entonces, dijeron que sacarían de la órbita de la presidencia la oficina de prensa del organismo. Ante esto, la oposición denunció que el Gobierno pretendía ocultar los informes y manipular la AGN para convertirla en un nuevo Indec.

Consultados por LA NACION, auditores del oficialismo afirmaron que el objetivo central de los cambios es fomentar la transparencia y que de ningún modo persiguen debilitar al presidente.

Transparencia

La semana pasada la diputada de la Coalición Cívica Marcela Rodríguez presentó una nota para que se autorizara a un asesor suyo a presenciar las sesiones del Colegio de Auditores, "en virtud del principio constitucional de la publicidad de los actos de gobierno".

Seis días después, el kirchnerismo dio a conocer el proyecto, que sostiene que la única limitación al acceso de la gente a las reuniones es el espacio físico y organiza cómo será el ingreso. Junto con esa iniciativa, presentó la de reforma del reglamento general que recorta las atribuciones de la presidencia y la modificación del organigrama. De aquí en más, la Oficina de Actuaciones Colegiadas, que prepara el orden del día, pasará a tener "dependencia directa" del Colegio de Auditores.

Ahora, esa oficina recibe las propuestas de temas por tratar y los eleva a la presidencia para que organice el tratamiento de los asuntos "conforme a la secuencia de su recepción y su importancia". En el proyecto, el orden del día ya no pasará por Despouy. Se considerará aprobado "no mediando objeción por parte de los auditores generales".

La iniciativa oficialista propone también modificar la frecuencia de las reuniones, que serán "por lo menos dos veces al mes". De acuerdo con el reglamento, el Colegio tiene sesiones ordinarias todos los miércoles.

"Me temo que los representantes del oficialismo quieren utilizar la publicidad de las sesiones como un caballo de Troya -dijo la diputada Marcela Rodríguez-. Van a usarlo para cambiar cuestiones centrales, como el reglamento general, recortando una vez más las facultades del presidente."

La diputada le informó a Despouy su preocupación en un escrito que sostuvo que la Constitución establece que es el Congreso, y no el Cuerpo de Auditores, quien debe reglamentar el funcionamiento de la AGN. Despouy no hizo declaraciones sobre el tema.

El auditor por el oficialismo Javier Fernández negó que el objetivo del proyecto sea neutralizar al presidente. "Me alegra que las reuniones sean públicas porque ahora se va a saber que no es el kirchnerismo el que traba las investigaciones. El famoso caso del tendido eléctrico [en Santa Cruz] es un expediente de 2005, que tenían los radicales y no se movía. Tardamos cuatro años en aprobarlo y no fue el peronismo el que lo paró", dijo Fernández.

"Acá no se está recortando nada -dijo Oscar Lamberto, otro de los auditores oficialistas-. Como las reuniones ahora serán públicas tenemos que actualizar el reglamento, pero lo hacemos respetando las mismas reglas de juego que aplicamos hoy y establecemos que en todo lo no previsto se aplica el reglamento de la Cámara de Diputados. Despouy va a tener las mismas atribuciones que el presidente de la Cámara."

La reforma la discutirá pasado mañana el Colegio de Auditores en una reunión que, prometen, será de acceso público.