Médicos defendieron su trabajo en el hospital
Eduardo Brizuela, médico cirujano del Hospital San Nicolás de Aimogasta, salió a responder las declaraciones del intendente Gustavo Minuzzi, quien había catalogado de "vagos y ladrones" a los profesionales de ese centro asistencial.
El conflicto comenzó cuando se conocieron las pretensiones del jefe comunal de Arauco de utilizar en Arauco un servicio sanitario de Córdoba, considerando al que actualmente se usa en la ciudad riojana como obsoleto. En este sentido, Minuzzi denunció que "algunos médicos trabajan dos horas y que se produce comida para 12 personas cuando hay sólo dos internados", entre otras irregularidades.
Ante estas acusaciones, los profesionales médicos se encargaron de desmentir las presuntas irregularidades; postura a la que se sumó el ministro de Salud Gustavo Graselli.
Duras críticas
Cabe recordar que el intendente Gustavo Minuzzi cuestionó la administración del hospital al señalar que "se prepara comida para doce personas y sólo tienen dos internados y, según me explicaron, el resto lo consumen los médicos o se lo llevan a los presos de la comisaría. Me parece que a los presos les debería dar de comer la Policía y nosotros mejorar el servicio de salud con la plata que sobra".
El jefe comunal de Arauco también criticó que "los médicos del hospital trabajen sólo dos horas cuando son empleados públicos y deben cumplir las cinco horas".
Ante estos dichos, en diálogo con NUEVA RIOJA, el médico Eduardo Brizuela enfatizó: "es un mentiroso. Que venga a ver los registros hospitalarios" y luego denunció que el jefe comunal "está buscando un gerenciamiento de un grupo del Sanatorio Mayo de Córdoba", para llevarlo a Aimogasta.
Además, dijo que Minuzzi "trajo a trabajar un gastroenterólogo amigo que cobra seis mil pesos, cuando hace en realidad lo que nos hace falta es un anestesiólogo".
Por su parte, la directora del Hospital San Nicolás, Daniela Fernández, dijo sentirse sorprendida por las declaraciones del Intendente y además explicó que todos los movimientos de compra de alimentos y de destino de los mismos, como así también cualquier tipo de cuestión económica, es controlada por el Tribunal de Cuentas.