La empresa Foncap S.A., que administra un fondo fiduciario aportado por el Ministerio de Desarrollo Social, gastó en 2007 un 194% más del dinero que tenía autorizado para todo ese año. Un informe de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) indica que la firma disponía de $ 983.729 para llevar adelante su trabajo, pero finalmente insumió $ 2.891.966.

Según el artículo 9 del contrato de fideicomiso, con el fondo fiduciario se “atenderán” los gastos operativos de Foncap a partir de “criterios de austeridad”, y “sólo excepcionalmente se podrá exceder el 33% de la renta anual presupuestada”. Sin embargo, el organismo de control afirma que la empresa registra un “marcado apartamiento de la norma” y que estos “excesos”, lejos de ser excepciones, se “vienen sucediendo año a año”.

El dinero que llegó de Desarrollo Social asciende a $ 40 millones, y viene de las utilidades que obtuvo Lotería Nacional Sociedad del Estado entre los ejercicios contables de 1992 y 1995. Según su sitio web, la empresa Foncap tiene el objetivo de “contribuir al desarrollo de las microfinanzas en la Argentina”. Para eso brinda asistencia a las instituciones que trabajan en ese campo, como organizaciones de la comunidad y sociedades financieras que gerencian recursos monetarios y capacitan recursos humanos en la administración de los créditos que se entregan para impulsar micro emprendimientos destinados a la producción o comercialización.

Por otra parte, la SIGEN detectó en el balance 2007 de Foncap que el 38,42% de la cartera de créditos correspondía a “incobrables” y que gran parte de esas operaciones estaban en “gestión judicial o extra judicial con escasas posibilidades de recupero”.

Uno de esos créditos correspondía a la Federación Argentina de Cooperativas Avícolas (FACAP), que, al momento del trabajo de la Sindicatura, estaba en proceso de quiebra. El organismo añade que, en este caso, “no fue posible verificar el crédito y también se comprobó que no existe activo alguno”. El monto reclamado es de U$S 3.208.856.

Además del trabajo de la SIGEN, hubo otros informes de la Auditoría General de la Nación, la consultora Price Waterhouse & Coopers y de la comisión fiscalizadora, sobre la administración del fondo fiduciario y la labor de Foncap. Todos destacan, como debilidades de control interno y legalidad, que la empresa otorga créditos por montos importantes pidiendo a cambio garantías insuficientes; no existen criterios para asignar fondos en función de las pautas fijadas en el contrato de fideicomiso; falta evidencia de la contraprestación de algunos servicios contratados; disminución del capital fideicomitido; refinanciación de préstamos en casos que no permitía el manual de procedimientos; y falta de seguimiento y control de los créditos otorgados.

La Sindicatura concluyó su informe resaltando la necesidad de revisar la gestión de negocios de Foncap S.A. para “resguardar el capital fideicomitido”, y que la falta de un adecuado control interno, expone a la sociedad a un “importante grado de vulnerabilidad”.