Según un estudio de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), los programas provinciales de salud, “atraviesan múltiples dificultades” para afrontar las endemias que se presentan en el país. Entre sus observaciones, el organismo detectó que en las provincias faltan insumos y presupuestos propios, el recurso humano calificado está “diezmado” por la edad avanzada promedio de los operarios, y la movilidad con la que cuentan es “inexistente o vetusta”.

Asimismo, según el informe, las Delegaciones Sanitarias Federales “han perdido jerarquía” y se transformaron en “oficinas de trabajo administrativo”.

La SIGEN analizó uno de los programas del Ministerio de Salud nacional, el de “prevención y control de enfermedades y riesgos específicos” (Ver Monitor presupuestario), y señaló que “no se puede evaluar el real cumplimiento” de los controles que debía hacer la cartera sobre las “enfermedades transmisibles por vectores”, que son los padecimientos que se contraen mediante la picadura de mosquitos. La imposibilidad de medir la labor de Salud surge de la “demora” que registran las provincias en enviar información de su gestión.

En ese programa “no existe manual o instructivo sobre el circuito de adquisición y distribución” de las vacunas que van a las provincias para cumplir con el Calendario Nacional de Vacunación. Además, en los expedientes de compra de las dosis “no está adecuadamente fundada la cantidad de insumos” que se adquieren, y tampoco se realizan inventarios periódicos de las vacunas que están almacenadas en las cámaras de frío.

La SIGEN también notó que en esa iniciativa se registra un “incremento notorio en el incumplimiento de la rendición de los saldos” que deben varias de las provincias que reciben fondos del plan nacional de lucha y control del cólera.

Dentro del Ministerio funciona la Dirección Nacional de Emergencias Sanitarias, que cuenta con una flota de cuatro aeronaves, un avión y tres helicópteros. Pero de ese total, según el informe, sólo funciona un helicóptero y, por otra parte, la capacidad de la red de radiocomunicación está “seriamente disminuida”.

En cuanto al recurso humano de la cartera, la Sindicatura señaló que los residentes cobran su primer sueldo hasta cuatro meses después de que su contrato entra en vigencia, y que los becados no tienen tanta suerte, porque llegan a cobrar cuando sus beneficios ya están vencidos, en algunos casos, con dos años de demora.