El cuerpo de concejales aprobó por unanimidad, y sobre tablas, que se modifique el sistema y el periodo de designación del presidente del Tribunal de Cuentas.

Los ediles determinaron que desde el próximo año el presidente del Tribunal de Cuentas durará un año en su mandato, que ese cargo será rotativo con el resto de los miembros del triunvirato que conduce el Tribunal y que necesitará acuerdo del Concejo Deliberante la designación del presidente.

De esta manera, queda puesta en duda la continuidad de Gonzalo Luna como presidente del organismo de contralor, ya que en la próxima sesión los ediles votarán quién será el presidente del ente durante todo el 2009.

Esta determinación no habría caído bien en el Departamento Ejecutivo municipal, en donde ayer por la tarde ya se comentaba el malestar que la decisión de los ediles había provocado en el propio intendente Ricardo Quintela. Los concejales aclararon que esto no afecta la continuidad de los miembros del Tribunal, sino su rol dentro del triunvirato de conducción del organismo.