Publicado: 15-06-2011 
  
Capital Federal.- Ni la intervención del organismo por decreto presidencial ni la eyección de la cúpula desactivaron el huracán interno que envuelve a dos kirchneristas y se cuela, amenazante, en la campaña electoral porteña. Desplazados del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), el ex presidente Claudio Morgado y su vice y candidata a legisladora, María Rachid, continúan en público y en tribunales una inédita pelea.

Ella, según explicó a La Nacion, demandará a su ex coequiper ante la Justicia y la Oficina Anticorrupción por manejos irregulares, gastos injustificados y transferencias -de hasta un millón de pesos- que no tuvieron contraprestación alguna. El ya inició el viernes pasado un expediente que tramita ante el juez federal Ariel Lijo por supuestas amenazas, usurpación del espacio público y posible sustracción de documentación.

"Tengo el deber legal y ético de denunciar situaciones como ésta, más allá de cómo peguen en la campaña. Igual, la gente me va a apoyar", dijo Rachid a La Nacion. En el búnker K hay fastidio desde que creció el escándalo y temen que las nuevas acusaciones copen la agenda proselitista.

Hasta ayer, en el Frente para la Victoria negaban la posibilidad de pedirle que se baje del cuarto lugar en la boleta de diputados porteños. Rachid, que anteanoche inició una intensa gira mediática, no habló con la Presidenta después del duro cruce de hace cinco días que terminó con la policía en la puerta del edificio del Inadi, en Moreno al 800.

Sólo se reunió con el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y su vínculo con el oficialismo pasa por las frecuentes llamadas que cruza con el secretario de La Cámpora, Andrés Larroque. También recibió, puertas adentro, el respaldo de Juan Cabandié, otro referente de la agrupación juvenil y primer candidato a legislador. En rigor, ellos tuvieron un rol clave en el armado de las listas capitalinas.

"María es incontrolable. Acordate que es del PO [por el Partido Obrero], si le pedimos que se calle es peor", analizó un referente del kirchnerismo porteño. El objetivo es que Rachid tenga un bajo perfil durante la campaña. Se estima que reaparecerá en las próximas horas, en un acto que encabezará el candidato a jefe de gobierno porteño Daniel Filmus en el Obelisco, junto a la comunidad gay.

Ante la seguidilla de denuncias y sospechas cruzadas, Cristina Kirchner ordenó que se realice una auditoría interna con la colaboración de la Sindicatura General de la Nación (Sigen) y el Ministerio de Justicia, según dijeron a La Nacion fuentes oficiales. Ayer, Pedro Mouratian, el interventor designado por 180 días, citó al personal en el auditorio del Banco Nación. Allí, anunció que va a "normalizar" el organismo y garantizó los puestos de trabajo. El Inadi tiene unos 500 empleados en todo el país y un presupuesto anual de 49 millones de pesos.

Mientras tanto, a contra reloj, Rachid y sus colaboradores redactan el escrito que presentarán ante la Justicia. También aguarda para certificar con un escribano los papeles en su poder. La titular de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Trans y Bisexuales dice haber hecho un trabajo casi detectivesco no bien asumió como vice, en diciembre pasado. "Lo primero que hice fue chequear uno por uno los contratos", relató. Así, dio de baja a más de 40 porque se trataba de empleados que no se reportaban.

Después ofició de gendarme de tickets y balances. Y fue contra Morgado. Lo acusó de tener una "caja personal" y, en un listado de móviles de uso desconocido, dijo haber encontrado que uno era utilizado por la mujer del ex conductor de Cablín. "El señor Morgado argumentó que como no tenía teléfono fijo en su casa tenía que dejarle un celular a su mujer. Me parece bárbaro que le dé uno, pero que no lo pague el Inadi", precisó.

Lo más serio, hasta ahora, son una serie de expedientes que la mujer catalogó de sospechosos por no tener contraprestación comprobada. Cita como ejemplo la elaboración de un manual de procedimiento por el que se pagó alrededor de $ 1 millón y que, según ella, nunca se hizo.

El ex diputado volvió ayer al ruedo para ejercer su defensa. Calificó a Rachid de tener la voracidad de un "pacman", acusó un "golpe institucional" y le enrostró 14 denuncias por acoso laboral. La militante social llegó al Inadi de la mano del jefe de Gabinete y con el pergamino de haber impulsado el proyecto de matrimonio igualitario. Muy rápido, fue ganando espacios y, aunque dice haber recolectado pruebas que perjudican a Morgado, no lo comunicó a la Casa Rosada hasta que estalló el escándalo.

"El señor Morgado se manejó con impunidad en el Inadi. Tengo el deber legal y ético de denunciar situaciones como ésta más allá de cómo pegue en la campaña. La gente me va a apoyar" María Rachid, ex vicepresidenta del Inadi.

"Ella quiere ser candidata pero le hace muy mal al proyecto nacional. Se vivió un clima de terror en el Inadi que terminó con 14 denuncias de violencia en el ámbito laboral". Claudio Morgado, ex presidente del Inadi.