Publicado: 02-03-2012
  
CFK intentó minimizar cuatro duros informes por ser realizados con información pública. La queja se produjo un día antes de que se difunda un nuevo estudio sobre trenes.

A un día de que la Auditoría General de la Nación (AGN) apruebe, tras una postergación de 48 horas, un duro informe sobre la situación del ferrocarril Sarmiento, escenario de la tragedia de Once de la semana pasada, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner aprovechó una respuesta en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso.

"Nunca hubo ningún pedido de rescisión notificado al Ejecutivo de ninguna concesión", se quejó la mandataria, en referencia sobretodo a una investigación de la AGN de 2008. Y luego apuntó directamente contra la Auditoría, que preside el radical Leandro Despouy: "Todos los insumos con que cuenta la AGN provienen de la administración central y de la CNRT. Nunca hubo ningún pedido de rescisión de parte de la AGN", comentó. Al final del párrafo dedicado al tema, Cristina Kirchner añadió que el organismo de control tuvo participación "en la aprobación de los contratos de los trenes de carga", que hoy quedaron bajo la lupa luego del accidente del tren de la concesionaria TBA, que dejó 51 muertos y más de 700 heridos.

Desde el organismo de control no negaron las críticas presidenciales, pero se defendieron. "La Auditoría no recomienda rescindir contratos, porque esa es una decisión del Ejecutivo, a lo sumo, señala cuando están dadas las condiciones para la rescisión", señalaron fuentes del organismo. Por otra parte, sus informes aclaran que fueron realizados con información provista por distintas dependencias estatales. Así consta, por ejemplo, en la auditoría de TBA de 2008, que luego fue entregada una copia a la Secretaría de Transporte, a la Jefatura de Ministros, a la Sigen y al Congreso.

En otro tramo de su mensaje, la Presidenta se defendió de los ataques de la oposición por la inversión en los ferrocarriles. "Ojalá pudiéramos tener todos los recursos del mundo para hacer todo al mismo tiempo", comenzó lo que parecía una autocrítica hasta que agregó: "Creo que hemos hecho bastante más que lo que se hizo hasta que llegáramos nosotros al Gobierno". E ironizó: "Si no hubiera tenido que pagar los $19.500 millones del corralito, tendríamos los mejores trenes del país".

Al igual que en su discurso de apertura de 2008, cuando justificó el proyecto mientras estaba en el centro de la polémica, ayer Cristina Kirchner volvió a defender el proyecto del tren bala. "Cuando yo propuse, mediante financiamiento de la empresa Alston francesa, hacer un tren de alta velocidad entre Buenos Aires y Córdoba, me mataron propios y ajenos", protestó la mandataria, evitando dar nombres y apellidos y leyendo una nota de este diario.

Al final, refiriéndose en concreto a la tragedia de Once, repitió que no le "temblará el pulso" para tomar "decisiones que tenga que tomar" cuando culminen las pericias judiciales.