Vecinos y legisladores presentaron un recurso de amparo para que el gobierno porteño garantice la seguridad del centro asistencial de Villa Lugano. Prestaba servicio a dos mil familias de ese complejo.

CABA.- El Centro de Salud y Acción Comunitaria (Cesac) No 7, del barrio Luis Piedrabuena, en Villa Lugano, lleva casi un mes sin funcionar. En su frente, un cartel informa: "Ante los destrozos y agresiones a los profesionales queda cerrado el centro de salud". El martes 23 de noviembre un grupo de personas agredió al personal, destrozó parte del mobiliario y apedreó el único centro sanitario que tienen cerca de dos mil familias, contaron los trabajadores. Es por esto que decidieron parar con sus funciones hasta que se garantice la seguridad para el personal. Ante estos hechos, un grupo de vecinos, junto a dos legisladoras, presentaron una acción de amparo exigiendo la "reapertura inmediata" del único centro de salud que tienen a mano las dos mil familias que viven en el barrio, y que la misma se haga en condiciones seguras. Recién el jueves pasado, el gobierno porteño prometió intervenir para que el Cesac retome su actividad, aunque no se precisaron plazos.

Página/12 se acercó al centro de salud, ubicado en Montiel y 2 de Abril, donde conversó con los vecinos damnificados. Daniel Molina enumeró los "trastornos" que acarrea el cierre de la sala. "Los chicos que tienen algún accidente, la gente de la tercera edad, las embarazadas o las personas que tienen familias numerosas... ¿cómo hacen para movilizarse?", preguntó. Es que el lugar de atención más cercano que tienen ahora es el Hospital Santojanni, del cual depende el Cesac 7, que está a catorce cuadras del barrio. "Es casi una actitud criminal", denunció Molina. Otra vecina, Carmen del Cerro, agregó: "El que no tiene dinero para moverse en coche se queda sin atender". A esto se suma que el ramal del colectivo 80 que los lleva al Santojanni "a cierta hora de la noche no circula porque asaltaron a un conductor". "Quedamos totalmente desconectados", sintetizó.

El presidente de la asociación de médicos del Santojanni, Marcelo Struminger, se reunió el jueves pasado con el ministro de Salud, Jorge Lemus, en busca de una solución. "Se acordaron medidas de seguridad como, por ejemplo, la colocación de rejas, que se terminarían de instalar esta semana. Además, habrá un refuerzo de personal de seguridad, con lo que quedarían tres personas por turno asignadas a esa tarea", explicó. "Ahora la solución está en manos del Gobierno de la Ciudad. Cuando cumplan con todo esto, vamos a volver a trabajar", se comprometió.

"Pedimos medidas mínimas de seguridad. Queremos salir vivos de nuestro trabajo." En la misma línea, los vecinos reclaman que se reabra la unidad sanitaria para volver a contar con el "imprescindible servicio de salud", pero piden que eso incluya la adopción de "medidas necesarias para asegurar la protección de los trabajadores", manifestó Struminger.

La seguridad no es el único problema del centro de salud, a juzgar por el informe de la Auditoría General de la Ciudad, que describe de forma detallada las condiciones edilicias del Cesac del barrio Piedrabuena. "Pediatría no cuenta con lavamanos, favoreciendo la transmisión de patógenos; no existen lavabos especiales para el material utilizado en las prácticas; existen filtraciones en la farmacia comprometiendo la conservación de los elementos allí depositados; no existe un área específica para el depósito de residuos patogénicos hasta su recolección; la humedad permanente favorece la colonización de mohos, causante de patologías y agravantes de otras", se enumera. Además, debido a que las paredes tienen una caída lateral de 45 grados en su unión con el piso, "hay espacios donde una persona con una altura superior a 1,70 metro no puede ingresar". "Solicitamos que hasta que se construya el nuevo centro de salud se haga un mantenimiento preventivo del centro para que sea más habitable", exigió Struminger.

Mientras, los vecinos de Piedrabuena llevan casi un mes sin atención médica en su barrio. En ese sentido, la legisladora María América González (Proyecto Sur), quien junto a su compañera de bloque, Laura García Tuñón, adhirió al amparo presentado por los vecinos, consideró que Lemus "es el responsable de esta situación".