Después de dos audiencias frustradas, Hugo Uzair se trasformó ayer en el primer intendente de la gestión anterior en ser indagado por la Justicia Penal. Fue en el marco de la denuncia que presentó su sucesor, Walberto Allende, por una presunta malversación de fondos, al detectar que más de 300 mil pesos del plan Manos a la Obra -de afectación específica- fueron a parar a rentas generales y nunca se rindieron.

El radical aseguró que existía una ordenanza que lo autorizaba a transferir los fondos y arremetió contra el actual jefe comunal, al decir que "es él el que debía restituir el dinero y después de un año y medio, no lo ha hecho".

Uzair ingresó pasadas las 18.20 al Segundo Juzgado Correccional, a cargo de Eduardo Gil, y compareció por más de dos horas. Según el ex intendente, en su declaración destacó que "las transferencias de fondos del programa Manos a la Obra a rentas generales se realizó en base a la ordenanza de contabilidad municipal". Además, afirmó que esa norma no le imponía plazos para restituir la plata.

Sin embargo, el Tribunal de Cuentas había sido contundente al hablar de malversación de fondos luego de una auditoría que hizo sobre la aplicación de la plata. Posteriormente a eso, la Nación suspendió las transferencias a 9 de Julio por la falta de rendición de los más de 300 mil pesos.

El radical apuntó ayer contra su sucesor, con quien mantiene un fuerte enfrentamiento. Dijo que hay continuidad institucional y que el actual intendente debería haber restituido el dinero, pero "no lo hizo porque quiere mantener este tema para desprestigiarme".

Ahora, Gil deberá resolver si procesa o sobresee a Uzair. El delito investigado es excarcelable, como todos los cometidos contra la Administración Pública.