La utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC’s) para impulsar la transparencia gubernamental, permite no solo informar al ciudadano, sino también invitarlo a participar en la gestión pública.

En este contexto, la revista española Compromiso Empresarial, perteneciente a la Fundación Compromiso y Transparencia, seleccionó el año pasado las aplicaciones mejor valoradas para impulsar el gobierno abierto y la participación ciudadana tanto en España como en América Latina.

Apps españolas

Muchas veces nos encontramos con un banco en mal estado, una alcantarilla obstruida o un semáforo que no funciona. Para evitar trámites burocráticos, se creó Línea Verde, una aplicación que facilita la comunicación directa entre el ciudadano y su municipio sobre las incidencias y resoluciones de consultas del medio ambiente.

Uno de los puntos más novedosos es que permite hacer otras preguntas relacionadas con la temática, como saber dónde hay puntos limpios para el reciclaje, técnicas de ahorro energético o dónde puede colocarse un contenedor de escombros. 

Otra app móvil que promueve la participación ciudadana es Congreso 2.0, desarrollada para que el ciudadano tenga la posibilidad de consultar la actividad parlamentaria del Congreso de los Diputados de España.

De esta manera, “el usuario pude consultar las leyes, tanto las aprobadas con las propuestas rechazadas; conocer qué diputado las propuso; el estado de la tramitación, y el acceso al texto íntegro”.

Además, en aquellas leyes que están en proceso de ser aprobadas, los españoles pueden votar “sí” o “no” como un parlamentario. Si bien el voto emitido no tiene “ningún tipo de vinculación o validez y es completamente anónimo”, la app posibilita que los ciudadanos expresen su opinión en la institución donde se toman las decisiones.

También existe VotAndo, una herramienta cuyo objetivo es que el voto de los ciudadanos esté basado en la información para que la persona pueda decidir y elegir con criterio propio.

La función principal es que el usuario “haga un seguimiento de las principales iniciativas parlamentarias y de su voto como manifestación de estar de acuerdo, o no, con la misma”, aunque, como en el ejemplo anterior, su postura no sea vinculante. 

Apps latinoamericanas

La e-democracia o democracia digital consiste en el uso de las TIC’s para crear espacios de diálogo entre los ciudadanos y el Estado, y bajo este concepto se impulsó en la ciudad de Bahía Blanca Votapp. 

La misma permite que los usuarios, registrados previamente, “puedan ser consultados sobre diversos temas a nivel municipal, provincial o nacional”, contestando de manera rápida y fácil para que los representantes puedan conocer la opinión ciudadana.

Barrios Activos, también de origen argentino, desarrolló un mapa interactivo y participativo en el que colaboran los vecinos generando información sobre el estado o los hechos relevantes que suceden en sus barrios.

Basada en la geolocalización, el usuario puede navegar por el mapa e informarse a través de los testimonios de otros ciudadanos, como también ser informador sobre cualquier hecho que esté relacionado con el transporte, espacios verdes, seguridad, pavimento, mobiliario urbano, protección animal o servicios públicos.

En Brasil, se creó Colab, una herramienta para “mejorar el ambiente de las ciudades fomentando la interacción de los gobiernos locales con sus ciudadanos”. 

¿Cómo? El usuario puede “informar sobre incidencias de la localidad, proponer y difundir proyectos para mejorar la ciudad y valorar su experiencia en servicios públicos”.

Por su parte, Venezuela también generó una aplicación al servicio de la ciudadanía. Se llama Dilo Aquí y sirve para que los venezolanos que sean víctimas o testigos de casos de corrupción puedan denunciar en tiempo real.

Una vez enviada la denuncia, se asigna un número a través del cual puede hacerse un seguimiento de su caso sin que su identidad sea revelada.

México tiene una aplicación que posibilita fiscalizar el trabajo de los congresistas, llamada Pleno Ciudadano, que permite a la ciudadanía “saber quiénes son sus representantes, solicitarles gestiones, enviarles mensajes directos, conocer sus agendas, su trayectoria y proponer iniciativas de ley y votar”.

Asimismo, el Ministerio de Bienes Nacionales de Chile se sumó a la utilización de las TIC’s para fomentar la participación ciudadana. Acceso a lo Nuestro, busca que los chilenos puedan “ejercer y disfrutar libremente de las playas del país, ya sean en mar, río, lago, desembocaduras, cascadas o glaciares”. Un derecho que tienen las personas del país trasandino que está garantizado por ley.

A través de esta herramienta, pueden “denunciar a la Administración por cualquier abuso, obstáculo o violación de su derecho de acceder al patrimonio” de la ciudadanía.