Una auditoría financiera intenta determinar si los estados contables son razonables. Es decir, se busca establecer si los datos expresados en los balances, el estado de los resultados o en el origen y la aplicación de los fondos, reflejan la situación económica y financiera de un ente o empresa, en este caso del Estado, dentro un lapso determinado.

De las 70 auditorías emitidas, 28 correspondieron el estado financiero de empresas o instituciones del sector público y 42 se hicieron sobre la ejecución de préstamos internacionales provenientes, por ejemplo, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o el Banco Mundial.

Pese a que en el total de los trabajos no hubo resultados “adversos”, una especie de aplazo que indica que los datos de los estados financieros no son razonables respecto de la situación económica del ente o programa auditado, hubo 46 “informes con salvedades”, que equivale al 65,7%. Esta calificación supone que hay excepciones que impiden un juicio profesional totalmente favorable, como desvíos a las normas contables vigentes.

Entre los dictámenes con “salvedades” se destacan el de Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) como fiduciario del fideicomiso que administra el proyecto de finalización de la central nuclear de Atucha II, por el cumplimiento de las condiciones contractuales pendientes. El del Banco Nación como fiduciario del fondo para la reconstrucción de empresas, por la valuación de determinados rubros y por pagos superiores a los resultados acumulados.

En el informe sobre Lotería Nacional Sociedad del Estado, en tanto, la salvedad radica en las fallas que se detectaron en el sistema computarizado que procesa la información del ente. En el de Nación AFJP S.A. no se pudo establecer el valor de algunos rubros de sus estados financieros. En el caso de Talleres Navales Dársena Norte SACI Y N (TANDANOR), no se pudo saber con claridad cuál era la situación de la empresa desde lo legal, económico y financiero al momento de la auditoría. Y, en el dictamen de Aguas y Saneamientos Argentinos S.A. (AYSA), la salvedad tiene que ver con que aún estaba pendiente la firma del contrato de concesión en el que se regularan aspectos económicos y tarifarios.

Por otra parte, los auditores tuvieron que apelar a la “abstención de opinión” en los 13 informes restantes. En esos dictámenes, que están dentro del extremo negativo junto a los “adversos”, el profesional no puede valorar la razonabilidad económica y financiera del ente. La abstención proviene de la incertidumbre que generan ciertos aspectos administrativos que no están claramente definidos. Las 13 abstenciones equivalen casi a la mitad de las 28 auditorías hechas sobre entes o empresas del Estado.

Con esa calificación figuran informes como el de la línea aérea LAFSA, sobre sus estados contables de 2005 y 2006, por la incertidumbre que genera la continuidad –o no- de la empresa. En los estados contables de 2003 y 2004 del Ferrocarril General Belgrano S.A. (EFGBSA), no se pudieron aplicar todos los procedimientos de auditoría necesarios y se manejaron criterios de valuación que no reflejaron la real situación económica de la empresa.

Asimismo, en el trabajo Administración Pública Nacional – Cuenta de Inversión 2006, hay incertidumbre en la valuación y falta de conciliación de determinados rubros. Además, se registra abstención de opinión en los estados contables de la Entidad Binacional Yacyretá de 2007, porque la Argentina suscribió una declaración con Paraguay que aún no está aprobada y que proponía la solución de varias cuestiones de administración, financieras, contables y operativas.

La incertidumbre de los auditores también aparece los trabajos sobre la composición de los créditos vencidos al 31 de diciembre de 2006 del Ente Nacional de Obras Hídricas y Saneamiento (ENHOSA), en los estados contables de Nación Seguros de Retiro S.A. correspondientes al primer semestre de este año y en los estados contables de la Caja Complementaria de Previsión para la Actividad Docente de los ejercicios 2002, 2003 y 2004, porque la AGN no pudo realizar procedimientos esenciales como la toma de arqueos, inventarios y corte de documentación.