Tras un informe de la Auditoría porteña, se cerró la asociación que colaboraba con el Planetario
“La Asociación felizmente se cerró”. Así recibió la titular del Planetario de Buenos Aires, Lucía Sendón, a elauditor.info. Es que el 30 de octubre, una nota publicada en este medio informó sobre las irregularidades detectadas por la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) con respecto a la labor de la Asociación Civil Buena Ciencia Social Club, que colaboró con el centro de divulgación científica hasta el 3 de noviembre.
Según aquel informe, aprobado en 2008 sobre datos de 2006, Buena Ciencia obtenía ingresos de dinero alquilando el Planetario para eventos particulares sin ningún permiso, y tenía una injerencia sobre la organización y el funcionamiento del predio que no estaban estipulados en la ordenanza Municipal 35.514, que regula a las entidades de ayuda social.
En la nota de elauditor.info se afirmó que, según la AGCBA, el Planetario no tenía ningún astrónomo y que el puesto de director estaba vacante desde 2000. La geógrafa Sendón está en su cargo desde el 5 de mayo de este año, posterior al cierre de la auditoría, pero aún no está confirmada como directora porque aguarda que se realice un concurso interno. De hecho, decidió no ocupar la oficina destinada a la dirección, dentro de un complejo que no tiene servicio de gas hace más de un año.
-¿Cómo impactó el informe de la Auditoría en el Planetario?
-Dio muy buen resultado porque la Asociación felizmente se cerró el 3 de noviembre. Hicimos una acción muy intensa para lograrlo y enviamos notas al Ministerio de Cultura para que se expida al respecto, porque las irregularidades que informó la Auditoría eran graves. El Ministerio envió el pedido a la Procuración e inmediatamente disolvió la asociación.
-¿Qué les dejó la relación con Buena Ciencia?
-El sistema para contar con dinero es poco ágil. Si nos quedamos sin papel higiénico o sin hojas, hay que reponerlos, y ni hablar del equipamiento tecnológico. Las asociaciones cubren ese bache al acceder al dinero sin tener que rendir tantas cuentas, sin tanta burocracia, vamos y compramos lo que necesitamos. Eso requiere de una transparencia en la gestión y, en los últimos tiempos, eso no sucedió. Ofrecimos varias funciones a través de la Asociación y se recaudó mucho dinero que no se volcó en el Planetario. Veíamos que todo el personal estaba produciendo espectáculos y actividades, y el dinero no se reflejaba aquí adentro.
-¿Cómo se puede saldar ese bache de recursos?
-Ahora tenemos un problema. Estoy atada de pies y manos porque hasta marzo no cuento con otra caja chica y tengo que ver de qué manera vamos a funcionar normalmente. Lo que pasó en el Planetario con la Asociación es bastante común en las reparticiones públicas. Nosotros somos un ente recaudador, pero el dinero que ingresa lo mandamos a Tesorería, no queda aquí. Hay un mecanismo que se llama Fuente 13, para que la recaudación por entradas se pueda utilizar de una manera más ágil. Espero poder implementar eso de aquí en adelante.
-El informe de la AGCBA también resaltó otras falencias relacionadas con el estado edilicio, los elementos tecnológicos y el plan de evacuación contra incendios. ¿En qué estado encontró al Planetario?
-Muy deficiente y en un pésimo estado edilicio. No se hicieron mejoras en los últimos tiempos. Hacía cinco años que no se llenaba el lago que bordea al Planetario, porque había filtraciones. Y fue el mismo personal el que empezó a hacer las reparaciones. Hace un tiempo tuvimos un seminario internacional de diseñadores y, como contraprestación, nos donaron $ 30 mil. Con eso cambiamos todos los cortinados del anillo para que no se entorpezca las proyecciones en la sala. En estos meses estamos apuntalando el edificio, porque se había venido muy abajo. Por ejemplo, durante más de un año reclamamos una butaca para la persona que hace la explicación en las funciones porque estaba rota y se salía el tapizado, pero nunca se compró. La Auditoría dice que el equipamiento tecnológico está desactualizado y es cierto. El Planetario tiene 41 años de funcionamiento y, salvo tres modernizaciones que se hicieron, trabajamos con el mismo aparato que justamente se llama Planetario y es el que hace la proyección en la cúpula. Compartimos lo que dice la AGCBA y hay un proyecto de modernización del Planetario. Pero se necesitan 4,5 millones de euros para cambiar el equipamiento de la sala, no puede hacerse de un día para el otro. No depende de nosotros.
-¿El programa contra incendios tuvo algún avance?
-Cuando vi todo eso me sorprendió mucho, porque en la gestión anterior se contrató una empresa y todos hicimos un curso sobre prevención de incendios. Después me enteré que no se concluyó. Eso lo tenemos que armar, hacer nuevamente una contratación, porque no existe un organismo del gobierno que nos haga un plan de evacuación. En lo que va del año no lo pudimos hacer. Yo estaba convencida de que lo anterior estaba bien hecho porque todos participamos de las jornadas. Y lo de la mala colocación de los matafuegos me sorprende, porque están distribuidos tal como nos dijo esa empresa.
-Otra observación de la AGCBA tenía que ver con la “mala predisposición de los empleados” que algunos visitantes registraron el libro de quejas.
-Esto es relativo. Tengo 35 años aquí y crecí con una mística muy especial, con una pasión por este lugar. Como la relación entre el coordinador anterior y el resto del personal era muy mala, de violencia y autoritarismo, en el último tiempo se fue prediendo eso de cuidar el lugar, los muebles y la atención de los visitantes.
-¿En qué otros aspectos se avanzó desde su llegada?
-En algunas cuestiones administrativas, por ejemplo, la actualización de algunos legajos. La gente está trabajando en eso y es una tarea larga. Hay una sola persona en la administración que se está encargando de hacer el manual de procedimiento. Aquí somos pocos, sólo 40 trabajadores que sostenemos actividades por las que nos visitan más de 300 mil personas por año.
-¿Se alquila hoy el Planetario para actividades privadas?
-No. Las funciones que todavía estaban a cargo de la Asociación se tuvieron que hacer, porque no se podía cancelar todo. Mientras la Asociación funcionó, seguimos con la misma modalidad. La única diferencia es que yo no les permití el acceso al dinero. De todos modos, hay una legislación que admite que se hagan eventos que tengan que ver con el lugar.
-¿Hay algún astrónomo en el Planetario?
-No, pero hay un estudiante de astronomía. Tenemos comunicadores, historiadores. Quiero aclarar que en la mayoría de los Planetarios no trabajan astrónomos, porque nuestra labor es de divulgación, como un puente entre los investigadores y la gente. Tenemos que divulgar la astronomía con rigurosidad y eso fue algo que nos caracterizó en nuestros 41 años, porque a pesar del deterioro en tecnología, este Planetario está considerado uno de los mejores del mundo. Que no haya un astrónomo no lo desacredita. Además, tenemos un acuerdo con la máxima autoridad de la materia en el país, la Asociación Argentina de Astronomía, por el que ellos nos asesoran en algunos temas complicados que nos puedan exceder. Vamos a tratar de que haya un astrónomo porque así sería más completo el panorama, estamos apurando al estudiante para que se reciba.