La situación de América Latina en la lucha contra la corrupción
Con una porción de lo que se desvía en materia de corrupción se podría resolver el problema de la salud pública en el mundo. A esta conclusión se llegó en la jornada "Lucha contra la corrupción, avances en Sudamérica y Argentina" que fue organizada la semana pasada en la Universidad Católica Argentina (UCA).
El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, junto con la fundación Poder Ciudadano, el Foro de Estudios Sobre la Administración de la Justicia (FORES) y la Universidad Católica Argentina (UCA) organizaron la jornada "Lucha contra la corrupción, avances en Sudamérica y Argentina", que tuvo lugar la semana pasada en la UCA donde participaron referentes en la materia, quienes mostraron la situación de la región.
La charla la introdujo el Decano de la Facultad de Derecho de la UCA, Daniel Herrera, quien disertó sobre la “corrupción sistémica” al afirmar que este “es un problema central y transversal porque atraviesa todos los demás problemas como la pobreza y el narcotráfico, donde la corrupción alimenta el delito y se retroalimenta de él”.
Sin embargo, hizo una reflexión sobre el reclamo de la sociedad que “ya no tiene más tolerancia a la corrupción y a la impunidad”. Para eso, “es necesario que nos involucremos, que reclamemos y que apoyemos la lucha contra la corrupción, que debe encararse desde el Estado y también desde la sociedad”, concluyó.
A continuación, expuso el Ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, quien marcó la “voluntad del gobierno de avanzar en la lucha contra la corrupción para evitar que se vuelvan a producir hechos que hemos vivido durante muchos años”.
“Es importante el desafío que tiene el sistema judicial porque hemos llegado a un límite en el que la sociedad dijo ‘basta’ y la justicia ha empezado a reaccionar”, enunció el funcionario.
Otra de las ponencias estuvo a cargo del Presidente Transparencia Internacional, José Ugaz. El expositor comparó los países del Índice de Percepción de la Corrupción 2016, que se realiza anualmente, y afirmó que “dos tercias partes del mundo está plagada de corrupción”.
Además, reveló que Transparencia Internacional denominó a este fenómeno como ‘Gran Corrupción’, caracterizada por “ser cometida por autores que tienen una cuota significativa de poder político o económico; movilizar grandes cantidades de recursos; tener un impacto en los derechos humanos; estar organizada en redes con sistemas sofisticados y por tener impunidad”.
Tal es el caso de Lava Jato, considerada la mayor operación contra la corrupción en la historia de Brasil, sobre la cual hizo foco más tarde la Fiscal de Curitiba Isabel Groba Vieira.
Según los cálculos del Banco Mundial, aseguró Ugaz, “se paga un trillón de dólares al año en sobornos y los flujos de dinero que salen del tercer mundo hacia paraísos fiscales fluctúan entre 20 mil y 40 mil millones de dólares al año”.
El representante de Transparencia Internacional fue tajante al asegurar: “Con una porción de lo que se desvía en materia de corrupción se podría resolver el problema de la salud pública en el mundo o la pobreza extrema, que se resolvería con 65 mil millones de dólares”.
“La corrupción en América Latina es histórica, estructural y sistémica”, sentenció. “No se trata de que cambie un gobierno, sino que tiene que haber un esfuerzo sostenible que parta de la autoridad pero que tiene que tener a la sociedad involucrada”.
El encuentro contó además con la presencia de Pablo Clusellas, Secretario Legal y Técnico de Presidencia de la Nación; Ricardo Saenz, Vicepresidente de la Asociación de Magistrados de la Nación y Hugo Wortman Jofre, Presidente de Poder Ciudadano.