"Creo que esta condena sentó un precedente"
Emilio Andruet es juez de Córdoba y falló contra un productor rural por hacer trabajar a un menor a cambio de comida. Dice que es importante que la Justicia resuelva para que quienes sufren este tipo de situaciones se animen a denunciar.
Publicado en el suplemento
Acciones para la Participación Ciudadana, en diario Perfil
Emilio Andruet es juez de la Cámara Criminal y Correccional de Río Cuarto, en Córdoba. Hace 37 años que trabaja en el Poder Judicial de esa provincia. En agosto de 2020, un fallo con su firma condenó a dos años de prisión a un productor agropecuario por trabajo infantil. “Nunca había tenido una causa de esa naturaleza en toda mi carrera judicial”, afirmó el magistrado y detalló cómo fue el litigio.
- ¿Qué recuerda del caso de Román Ardusso?
En la zona rural, uno tiene conocimiento de que se hacen este tipo de tareas. Afortunadamente, un fiscal de instrucción inició una causa en contra de un propietario de un campo. Se logró probar que esa persona hacia trabajar a un niño de 15 años. Y no solamente eso, tampoco le pagaba un jornal. A cambio de su trabajo, le daba comida. Realmente fue de terror. A lo largo de la investigación, se logró probar esa circunstancia. Cuando llegamos al juicio, el abogado del acusado logró un acuerdo con el fiscal para hacer un juicio abreviado, en el cual el imputado reconoció su responsabilidad en el hecho y en función de ello se logró llegar a la condena.
- ¿Cómo se pudo probar el delito?
El delito se probó en función de testimonios. Es una cuestión difícil, porque en este tipo de casos, y más cuando hablamos de zonas rurales, se aprovechan de la pobreza, de la necesidad de la gente y utilizan a esos niños de esta forma. Los padres de los chicos son los que hacen la denuncia y, a partir de ahí, se comienza a recolectar testimonios del lugar. En este caso, los padres también trabajaban ahí. Ellos declararon que no tenían conocimiento cierto de que esto pasaba hasta que su hijo se los comentó. Esa denuncia le costó el trabajo al padre porque lo despidieron. El joven trabajaba más de ocho horas diarias y el jornal era, simplemente, alimentos. Este sujeto nunca pensó que iba a llegar a la etapa de juicio porque, lamentablemente, estas causas quedan en el letargo, no se hace nada. Cuando se alcanzó el momento de juzgarlo, el acusado debe haber advertido con su abogado que estaba todo probado y, en razón de ello, reconoció el hecho y se llegó a la condena.
- ¿Cree que una condena de dos años mediante un juicio abreviado es justa?
No, pero nuestro sistema procesal prevé esa posibilidad de hacer un juicio de tipo abreviado. Es un acuerdo entre el Ministerio Público Fiscal con la defensa y yo, juez, no puedo inmiscuirme en ese convenio. Lo único que está a mi alcance es controlar que esté dentro del encuadramiento legal. En cuanto a la pena, no puedo imponer una superior a la acordada por el Ministerio Público. Entonces, los jueces nos encontramos atados a lo que marca la ley. El encuadramiento legal era el correcto y la pena no era inferior al mínimo: no tuve otra opción que aceptarlo. Si me preguntan si estoy conforme, diría que no. De haberse realizado el juicio común y probado el delito como se probó en el expediente, quizá la condena hubiera sido distinta. Por lo pronto, la ejecución hubiera sido diferente: habría puesto una pena de dos años, pero de ejecución efectiva para que fuera ejemplificadora de la situación. Creo que hay ciertos casos en que, de alguna manera, la Justicia tiene que dar respuesta a la sociedad y terminar con esto. Si no, los poderosos se aprovechan, lamentablemente, de la gente humilde que trabaja por lo que sea.
- ¿Este fallo sentó un precedente respecto al trabajo infantil?
Mas allá de que haya sido una pena de ejecución condicional, creo que sentó un precedente, tal es así que el cuerpo del Tribunal Superior publicó la sentencia que dicté para que se hiciera pública y se difundiera. Así, se observa que el Poder Judicial, ante el conocimiento de estas circunstancias, reacciona y acciona. Ojalá que haya servido, por lo menos, para que alguien piense “cuidado, no hagamos esto”. Lamentablemente, en nuestro país estas cosas pasan. Uno pone un granito de arena. A lo mejor, algún día logramos armar el edificio. Creo que fue importante una condena de esta naturaleza.
- ¿Tuvo algún otro caso similar de trabajo infantil?
Nunca había tenido una causa de este tipo. Entiendo que deben existir muchos de estos casos, por eso es muy bueno que se difundan y que la gente que vive estas situaciones se anime a denunciarlo. Para eso, es importante que sepa que la Justicia reacciona. Si uno ve que se denuncia y no pasa nada, no lo hace.