El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la Universidad de Buenos Aires (UBA) desarrollaron una innovadora manta, denominada BIOmanta, que mitiga los daños de los derrames en los yacimientos petrolíferos.

El proyecto fue desarrollado por un equipo de investigación liderado por la física del CONICET, Silvia Goyanes, junto con Federico Trupp y Matías Barella de la UBA. Este avance promete mejorar la eficacia en la contención de derrames y también reducir los costos asociados con el transporte, acopio y disposición final de los materiales contaminantes.

La BIOmanta se caracteriza por su estructura no tejida y su porosidad adecuada, lo que le permite una absorción eficiente de hidrocarburos sin generar desechos perjudiciales para el medio ambiente. El producto está fabricado con biopolímeros naturales que son reutilizables y resistentes a la propagación de llamas.

Actualmente, la manta ya fue patentada y se encuentra en proceso de fabricación en el Laboratorio de Polímeros y Materiales Compuestos del Departamento de Física de la UBA. El desarrollo fue certificado por organismos de control como el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y la Universidad Nacional de La Plata.

Una de las ventajas de la BIOmanta es su capacidad para evitar la propagación del fuego.
Una de las ventajas de la BIOmanta es su capacidad para evitar la propagación del fuego.

Ventajas y proyecciones futuras

Una de las principales ventajas de la manta es su capacidad para evitar la propagación del fuego, una característica crucial en situaciones de incendio, donde otros materiales utilizados actualmente podrían agravar el problema. Será producida por Emerald, una empresa que apostó a colaborar con las entidades científicas para desarrollar productos innovadores en el sector energético. Además, al ser una manta ligera, su manejo es fácil y reduce los costos de disposición final, al producir menos residuos y no liberar gases tóxicos durante la incineración.

La investigación abrió las puertas a futuras innovaciones y el equipo de Goyanes ya se encuentra explorando la posibilidad de adaptar la tecnología para su uso en ambientes marítimos, lo que podría ofrecer una solución efectiva para la contaminación de cuerpos de agua, un problema crítico en muchas regiones productoras de petróleo a nivel global.

El próximo paso para la BIOmanta incluye obtener las autorizaciones necesarias para su implementación en la provincia de Neuquén y la realización de pruebas adicionales para asegurar su eficacia en condiciones marítimas. La adaptación del producto para su uso en la protección de cuerpos de agua requerirá ajustes en su diseño y materiales para enfrentar las fuerzas hidrodinámicas y el oleaje.

Control

La Auditoría General de la Nación (AGN) reveló que la provincia de Neuquén no solicitó asistencia de la Nación ante un derrame de petróleo ocurrido el 19 de octubre de 2018 en el pozo La Caverna 26, operado por YPF en Vaca Muerta.

Si bien en aquel entonces la ex Secretaría de Ambiente ofreció ayuda técnica, la Provincia decidió gestionar la situación de manera autónoma y, como consecuencia, el derrame afectó el suelo y la vegetación en un radio de hasta 2.000 metros.