El Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi) presentó los resultado de su Indicador Barrial de Situación Nutricional (IBSN). Entre los hallazgos, se encontró que el 42,1% de los niños, niñas y adolescentes (NNyA) de entre 2 y 18 años que asisten a comedores y merenderos presentan malnutrición. De ese total, el 39,2% la sufren por exceso (18,6% por sobrepeso y 20,6% por obesidad) y el 2,9% por déficit (bajo peso).

El trabajo de campo se realizó entre diciembre de 2020 y febrero de 2021. En esos meses se entrevistaron a más de 50 mil chicos que asisten a 1066 comedores o merenderos. Además participaron 1659 coordinadores y promotores de salud de 20 provincias que se capacitaron en el manejo de las técnicas antropométricas para la toma de la talla y el peso, en un trabajo en conjunto con sectores académicos e investigadores.

Según el documento, dentro del 42,1% de NNyA que presentan malnutrición, el mayor grado corresponde a niños de entre 6 y 10 años, con el 49,1%. Esta cifra implica un aumento de más del 5% respecto al informe 2019, en el que representaban el 43,8% . Sin embargo, el mayor incremento entre ambos años se registró en el segmento de 10 a 18 años: en 2019, esa franja etaria correspondía al 40,4% de los jóvenes que sufrían del flagelo, y en 2020 fue el 46,4%, lo que implicó un aumento de 6 puntos porcentuales.

En la presentación del informe estuvo presente Marcela Rebón, directora general de Información Social Estratégica del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, quien señaló que la información que genera ISEPCi es fundamental para el monitoreo que realizan de la situación de los niños, adolescentes y sus familias. “Este estudio es valioso no sólo por la información que aporta, sino porque ha puesto en juego la participación social, la acción de la comunidad y el trabajo en el territorio. Es un esfuerzo enorme”, detalló la funcionaria.

Según el informe, del total de niños, niñas y adolescentes con malnutrición, el 39,2% la sufren por exceso (sobrepeso y obesidad) y el 2,9% por déficit (bajo peso).

Por su parte Isaac Rudnik, director nacional del ISEPCi, explicó que el Indicador Barrial se construyó a causa de los “acuciantes números de personas que sufren inseguridad alimentaria en Argentina”. En este sentido consideró que el informe representa la evolución de la situación de malnutrición en niños, niñas y adolescentes a lo largo de todo el país, sobre todo en las familias de bajos recursos que viven en una situación frágil, dado que "asisten diariamente o semanalmente a comedores comunitarios para obtener una ración de comida que les permita completar las comidas básicas”.

También formó parte del evento Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) quien aseguró que la malnutrición en Argentina “supera por mucho los promedios que surgen de las encuestas nacionales de nutrición”.

El especialista explicó que inclusive la población que recibe algún tipo de asistencia directa en materia de comida también presenta ese flagelo. Salvia concluyó que eso que demuestra la insuficiencia del sistema de protección alimentaria para garantizar la buena nutrición de millones de niños y niñas pertenecientes a los sectores más pobres y vulnerables.