El Obrador Centro Creativo convocó a la charla virtual "Cromañón, Memoria y Derechos Humanos en Presente” en el marco del fin de la exposición documental por los 15 años de la tragedia, que se vio interrumpida producto de la pandemia en marzo de 2020.

El encuentro estuvo moderado por Federico Recagno, secretario General de APOC Mesa Nacional y contó con la participación de Juan José Tufaro, secretario General de APOC Ciudad de Buenos Aires; María Emilia Marroquín, coordinadora de El Obrador y curadora de “Cromañón 15 años” y Nilda Gómez, presidenta de la ONG Familias por la Vida.

El encargado de abrir el evento fue Tufaro, quien recordó que en 2004 formó parte del trabajo de auditoría sobre los boliches en la CABA. “Ahí advertimos que algún hecho como Cromañón podía pasar y desde nuestro rol de representantes de los trabajadores de organismos de control a veces nos pasa que nuestros representantes no escuchan nuestras recomendaciones”, alertó.

En torno al tema del evento, analizó que “el derecho a la vida juega un papel fundamental para poder ejercer los demás derechos”. “Nuestros jóvenes todas las semanas ejercen su derecho a divertirse y nos les corresponde a ellos verificar las capacidades de los boliches”, completó.

Por su parte, Recagno destacó que “en Argentina cuando se habla de Derechos Humanos hay una asociación directa a las consecuencias nefastas de la dictadura del 76, pero no se puede escapar de que esos DDHH tienen otros avasallamientos que comparativamente con la dictadura son menores, pero de todos modos son nefastos”.   

En sintonía con las palabras de Tufaro, Recagno aseguró que los organismos de control “van a seguir hablando”. “Ojalá nos escuchen porque vamos a seguir hablando a través de nuestros informes, porque tenemos esa responsabilidad”, añadió.

Por su parte, la presidenta de Familias Por la Vida, fundada por familiares de víctimas y sobrevivientes de Cromañón pero que luego incorporó a otras tragedias evitables, recordó que a los familiares durante mucho tiempo les preocupó que “no se tenían en cuenta los Derechos Humanos de los chicos”. “Entendíamos que había una diferencia en la consideración entre las víctimas de la dictadura, que ya tenían un marco histórico, y las de Cromañón. Fue una pelea muy ardua para entender que el Estado también estuvo presente en esa tragedia”, explicó.

“El Estado intervino para que Cromañón pase a través de la desidia y de la corrupción. No se pedía nada extraordinario, si hacían lo que tenían que hacer, la tragedia no habría ocurrido", sentenció Nilda Gómez quien recordó la lucha de los padres, familiares y sobrevivientes, que no se quedaron sentados viendo lo que pasaba, sino que "acompañaron y siguen luchando en la calle con marchas multitudinarias".