De ESI sí se habla
La Ley 26.150 establece la Educación Sexual Integral como un derecho de cada estudiante, pero su correcta aplicación sigue dependiendo del compromiso docente. Qué contenidos incluye y cómo se aplica en las aulas.
“Con mis hijos no te metas”
“Esas cosas se enseñan en la casa”
“El 80% de los abusos ocurre en los hogares, por un familiar o una persona conocida”
Frases, creencias, desinformación y hechos.
Desde su regulación en el año 2006, la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) ha sido motivo de debate, celebración, polémica, conquistas y avances.
Sus frutos pueden verse en el aumento de denuncias de acoso y abuso por parte de menores que, luego de participar en clases con estos contenidos, sospechan o reconocen haber sido víctimas en distintas situaciones. Pero también su implementación fue puesta bajo la lupa de auditorías, exponiendo que no tiene el alcance esperado y que, en muchas ocasiones, depende más de cada institución.
Pero, ¿qué enseña la ESI y cómo se lleva adelante?
Los cuerpos, los límites y las emociones
Según la Ley 26.150, se entiende como educación sexual integral la que articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos.
Si consultamos el material producido por el programa, se denomina ESI "al espacio sistemático de enseñanza-aprendizaje que promueve saberes y habilidades para la toma de decisiones conscientes y críticas en relación con el cuidado del propio cuerpo, las relaciones interpersonales, el ejercicio de la sexualidad y de los derechos".
En mayo de 2008, el Consejo Federal de Educación aprobó los Lineamientos Curriculares Nacionales de ESI. Entre estos contenidos a enseñar se encuentra:
- El respeto por la diversidad sexual y el rechazo por todas las formas de discriminación.
- El reconocimiento de la igualdad de derechos entre los varones y las mujeres.
- La valoración de las emociones y de los sentimientos relacionados con la sexualidad, presentes en las relaciones humanas.
- El fomento de valores y actitudes relacionados con la solidaridad, el amor, el respeto a la intimidad propia y ajena, el respeto por la vida y la integridad de las personas.
- El desarrollo de actitudes responsables ante la sexualidad.
El abordaje de estos contenidos se hace a partir de múltiples productos didácticos, de consulta y de uso en clase, realizados por profesionales en la materia del ex Ministerio de Educación.
Desde algunos medios y organizaciones, en múltiples ocasiones, quiso instalarse la falsa creencia de que la ESI está únicamente vinculada a las relaciones sexuales. Con este argumento se cuestiona que sea dictada en primarias y jardines, bajo el lema de que las infancias no tienen por qué estar en contacto con esa información, pero lo cierto es que los contenidos son amplios e integrales.
En línea con esto, Agustina, docente de nivel inicial en el AMBA, cuenta: “La ESI se trabaja desde un montón de aspectos, por ejemplo, incluye las emociones, los estereotipos, los juegos y colores que nos gustan 'por ser nena o ser nene', y cómo esto puede desarmarse para que cada quien elija a qué le gusta jugar”.
También incluye temas como la convivencia en el aula y la no discriminación, para lo que, a modo de ejemplo de abordaje, comparte su puntapié del “color piel”, la inexistencia del mismo y, a partir de los colores, cómo influye esto en la construcción de los prejuicios.
“Hay muchos lápices que son ‘color piel’, y eso también es parte de los contenidos de la ESI”.
“Seño, quiero usar el ‘color piel’” es una frase que ella escucha cada año y a partir de la cual comienza a trabajar que “hay muchos lápices que son ‘color piel’, y eso también es parte de los contenidos de la ESI”, explica.
Refutando el reclamo de grupos conservadores que sostienen que el abordaje es meramente sexual, en el nivel inicial se incluyen contenidos que priorizan el respeto por el propio cuerpo y el de los demás, la intimidad, los hábitos, la higiene, la convivencia dentro de la sala, y el cuidado personal y de los que nos rodean.
En el nivel superior también se evidencia el impacto de esta normativa. Los primeros acercamientos a este tipo de información en las escuelas eran sólo desde el cuidado del cuerpo y la salud, pero luego de la sanción de la Ley 26.150, el panorama se amplió.
Giuliana, bibliotecaria de una escuela secundaria del noroeste de la provincia de Buenos Aires, desarrolla: “Antes sólo se analizaba desde la anatomía del cuerpo, de prevención de embarazos, y de cuidado, sobre todo en las relaciones sexuales. Hoy la ESI evolucionó muchísimo porque se ve desde una perspectiva de género, donde se revisan los estereotipos, los prejuicios, se analiza la equidad de género, y se busca respetar la diversidad”. Con diversidad se refiere a “corporal, sexual, valorando la afectividad”.
Ambas educadoras hacen hincapié en la importancia de la escucha, de incentivar la expresión, de prestar atención a cómo y qué vínculos forman, tanto adolescentes como infantes. Se busca el enfoque en la convivencia dentro de la escuela, también la violencia entre pares, y cómo resolver los conflictos.
Capacitación docente
Estos contenidos, como se mencionó anteriormente, llegan en los materiales que son brindados por el (ex) Ministerio de Educación o los ministerios de las provincias. Los mismos fueron enviados a los colegios, y también se brindaron capacitaciones, presenciales y virtuales. Luego, cada docente puede continuar su formación en la materia.
Con respecto a este punto, Agustina comparte que si bien en un inicio los cursos eran accesibles, luego comenzaron a ser dictados fuera del horario laboral, teniendo que contar efectivamente con ese momento libre por fuera de las jornadas en los colegios. Esto desalienta la capacitación docente, obligando muchas veces a tener que optar por la búsqueda de información e investigación de los temas de manera autodidacta.
Un informe de la AGN, publicado el año pasado, había expuesto las falencias en este aspecto de la implementación de la ley.
En el documento se resalta la carencia de una línea de financiamiento específica para las capacitaciones de ESI, y se hace un llamado de atención sobre el hecho de que estas jornadas de formación estuvieron a cargo de cada jurisdicción, posibilitando así la injerencia de las autoridades locales en la correcta ejecución de las capacitaciones.
En el aula
Una vez desarrollados los contenidos y brindadas las capacitaciones, llega el momento del aula. En esta instancia la ESI puede tomar dos formas, que muchas veces conviven.
La metodología de aplicación depende de cada institución, y a veces incluso de cada docente. En general, se parte de un abordaje preferentemente transversal en el nivel inicial y la escuela primaria, para luego avanzar sumando espacios más específicos en el nivel secundario.
Según los testimonios brindados a El Auditor.info, en el nivel inicial la ESI no forma parte de los contenidos curriculares, dejando siempre a voluntad y gestión de cada docente (e institución) su correcta integración.
Algunos puntos traen más preguntas que otros, y el equipo docente lidia con eso: “Suelen presentarse conflictos con las familias cuando se tratan temas como el nacimiento de los bebés, cómo las mujeres ponemos el cuerpo, o las partes íntimas, por eso siempre se avisa explícitamente en la reunión de padres de inicio de año que trataremos determinados ejes”.
Entre adolescentes el panorama es otro. Si bien la ESI forma parte de los contenidos curriculares y se le brinda un espacio particular, Giuliana cuenta que en el secundario donde ella trabaja da también los contenidos de manera transversal y explica que le parece lo más conveniente. “Continuamente convivimos con estas situaciones, de que estudiantes expresen, de nosotros escuchar, de tratar de frente a las circunstancias que nos van surgiendo, observando desde una mirada de educación sexual integral para poder ir resolviendo y enfrentando las situaciones que van apareciendo”.
“Cada uno vive una realidad distinta en su casa y es necesario que sean escuchados dentro de la escuela”
En el secundario, a diferencia del jardín de infantes, se suman a la ecuación las redes sociales. En este sentido, Giuliana agrega que entre los temas que se atienden también está el ciberbullying, “los mensajes que se transmiten en las redes, cómo enfrentar eso, ser conscientes y poder filtrar”.
Los contenidos avanzan con el mismo dinamismo que la realidad: “Fue evolucionando muchísimo a lo largo de los años y lo que vemos, gracias a esta apertura y democratización de la información, es que se hablan las cosas y los chicos son mucho más conscientes”.
Cada aula es un mundo, y a la vez, cada estudiante también. Giuliana comparte que “cada uno vive una realidad distinta en su casa y es necesario que sean escuchados dentro de la escuela”.
Los dos extremos de los niveles educativos se unifican, también, en la Semana de la ESI. Esta instancia se realiza de manera anual, y en la misma se abordan de forma exclusiva los cinco ejes de contenidos. Suele ser a través de juegos y distintas actividades, ya que 'es una forma más didáctica de poder llegar a los chicos y que el mensaje se entienda mucho más'.
Los desafíos
De cara al futuro, el panorama es perfectible. Con discursos que atacan la importancia de este tipo de educación en las aulas, la escuela sigue siendo un lugar de apoyo y formación clave, sostenida por personas dedicadas a la formación, que batallan con múltiples aspectos de la realidad.
En el nivel secundario la clave está en la escucha y la atención a las necesidades adolescentes. Giuliana reflexiona: “El desafío que se presenta en la actualidad es, más que nada, que en la escuela sobre todo exista un espacio donde ellos puedan hablar de lo que les pasa(...). Se piensa mucho cómo convivir en la escuela, la diversidad sexual, la diversidad corporal, los mensajes que aparecen continuamente en las redes sociales, que son muy contradictorios porque informan y a la vez desinforman”.
Por otro lado, en nivel inicial el desafío radica, según Agustina, en seguir incluyendo los contenidos en el día a día, aunque no formen parte del diseño curricular: “Tanto Juego como ESI tienen que ser transversales”.
Cada instancia del camino educativo es fundante, fortalecer los cimientos integrando la ESI debe ser un compromiso colectivo y una exigencia social de cara al futuro.