Durante la tercera sesión del colegio de auditores de 2023 la Auditoría General de la Nación (AGN) trató y aprobó un informe sobre la gestión 2017-2019 del programa nacional Educación Sexual Integral (ESI) del Ministerio de Educación. El trabajo fue realizado con la participación de la ciudadanía.

La AGN lleva décadas trabajando con las organizaciones de la sociedad civil. Tiene un espacio para que las organizaciones se acerquen a proponer los temas que deberían auditarse. En 2018 la ESI fue uno de los temas propuestos por la Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM) y fue contemplado dentro del Programa Anual de Auditorías del 2019.

Para trabajar este informe, el equipo de auditores entrevistó a distintas organizaciones de la sociedad civil y también a organizaciones gremiales para poder obtener nuevas visiones sobre cómo mejorar la gestión. Se hicieron cuestionarios con el objetivo de identificar las fortalezas y debilidades de la ESI, la existencia de conflictos de intereses con dicha implementación, así como mecanismos de articulación.

Cabe mencionar que este 4 de octubre se cumplen 17 años de la sanción de la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral y de la creación, en el ámbito del Ministerio de Educación, el Programa Nacional de ESI.

¿Qué dice el informe?

La evaluación realizada para el período 2017-2019, estableció que “el Ministerio de Educación y el Programa Nacional de ESI no fueron eficaces ni eficientes para realizar un diagnóstico de necesidades y recursos en base a herramientas modelizadas y fuentes de datos integrales y representativas”, y en consecuencia “tampoco lo fueron para planificar acciones de ESI durante el período auditado”. 

Según la AGN, “el Ministerio de Educación no contó con una planificación estratégica institucional para el período auditado y el Programa Nacional no planificó eficientemente sus acciones”.

Además advirtieron sobre la ineficiencia en la gestión debido a la "subejecución de fondos asignados, como también en la definición de las metas físicas del Programa Nacional” y por la falta de aplicación de criterios objetivos para definir la asignación de los fondos a ser transferidos a las jurisdicciones provinciales en el marco del Plan Estratégico Argentina Enseña y Aprende “lo que puede afectar, además, la equidad de la distribución”, indica el trabajo.

En lo relativo a las acciones de ESI, “el Programa Nacional diseñó y proporcionó ciertos criterios destinados a conformar los equipos de referentes escolares”, determinando sus características, roles y tareas, e “implementó eficazmente diversas estrategias para lograr la realización de las Jornadas Educar en Igualdad, aunque no midió sus resultados”, explicaron

Tampoco el programa fue eficaz en generar “estrategias de apoyo como asistencias técnicas u otras acciones para organizar espacios de formación con las familias”. Dichos espacios, se destaca en el informe, son los que pueden contribuir al conocimiento de la ESI en los núcleos familiares y a vencer las resistencias y obstáculos en su implementación.

Sin monitoreo

El Programa Nacional no contó durante el período auditado con mecanismos o sistemas eficaces de monitoreo de sus acciones, ni diseñó e implementó un sistema de evaluación del impacto de sus acciones en los estudiantes y docentes.