El 12 de mayo es el Día Internacional de la Enfermería. Desde 1974 se celebra el aniversario del nacimiento de Florence Nightingale, considerada la creadora de la enfermería moderna. El informe más reciente del Ministerio de Salud indicó que, para 2019, Argentina tenía un total de 234.527 trabajadores de enfermería. En el documento se analizó la situación de la enfermería en Argentina y se tomaron datos de la Red Federal de Registros de Profesionales de Salud (REFEPS) con información actualizada de los profesionales matriculados en todo el país.

Los enfermeros son la columna vertebral del sistema de salud, es por ello que la Organización Mundial de la Salud señala que la tasa óptima es de 4 profesionales cada 1.000 habitantes. 

No obstante, el número de enfermeros profesionales (licenciados y técnicos) en Argentina por mil habitantes para el año 2019 fue de 3,36. La distribución de enfermeros y enfermeras en el país es desigual, con una mayor proporción en las zonas urbanas que en las rurales.

“La enfermería es una de las profesiones más humanitarias que hay. Es una combinación de profesionalismo, dedicación y vocación”, expresó el enfermero Christian Acosta, miembro y cofundador del Sindicato de Trabajadores de Enfermería (SITRE), en comunicación con El Auditor.info

“La enfermería puso los muertos en esta pandemia”, aseguró Christian Acosta, integrante del SITRE. 

Por otro lado, es una especialidad fundamental, presente desde antes del nacimiento cuidando el embarazo, acompañando a la madre gestante en el momento del parto, hasta los últimos días. “La enfermería está en todos los periodos de la vida hasta el final, la muerte. La última persona que uno ve en la vida, muchas veces, es una enfermera”, agregó Acosta. 

Los enfermeros brindan la mayor cantidad de cuidados directos y continuos a los pacientes. Son responsables de la atención y el seguimiento, incluyendo la administración de medicamentos, la toma de signos vitales, el cuidado de heridas y la comunicación con los médicos y otros profesionales de la salud.

Reclamo salarial de los enfermeros porteños

Normativa

La práctica de la enfermería en el país, ya sea independiente o en relación de dependencia, está regulada a través de la Ley 24.004. A pesar de esto, existen proyectos de ley en discusión en el Congreso Nacional con el objetivo de establecer un marco legal para la profesión de enfermería en el país.

Reclaman la aprobación de una norma que establezca un régimen de carrera profesional para la enfermería.

A su vez, los enfermeros que trabajan en la Ciudad de Buenos Aires reclaman la aprobación de una norma que establezca un régimen de carrera profesional para la enfermería, que fije las condiciones para el ingreso, ascenso y promoción dentro de la profesión.

Entre las principales demandas se encuentra la promoción de la formación continua y capacitación permanente de los enfermeros, a fin de garantizar que cuenten con las habilidades y competencias necesarias para brindar una atención de calidad a los pacientes.

Por otro lado, se busca el establecimiento de condiciones laborales dignas y adecuadas para los enfermeros, incluyendo la regulación de las jornadas laborales; la implementación de medidas de protección y seguridad en el trabajo; y la creación de programas de prevención y atención de la salud ocupacional.

En noviembre de 2018 se sancionó, en CABA, la Ley Nº 6035 que establece 24 carreras de la salud, entre ellas: médicos, odontólogos, bioquímicos, farmacéuticos, musicoterapistas, psicólogos, kinesiólogos, antropólogos, licenciados en obstetricia y en sistemas de información, pero no incluye al personal de enfermería.

“Cumplimos con todos los requerimientos que se establecen para ser reconocidos e incluidos en esta ley”, aseguró Alejandro Miranda, presidente de la Asociación de Enfermería de Capital Federal (AECAF), en diálogo con El Auditor.info.  

“Debemos estar porque somos parte del equipo de salud y durante la pandemia hemos demostrado nuestro profesionalismo”, agregó. Al mismo tiempo, el titular condenó la postura del gobierno porteño, “es una situación caprichosa, no quieren que estemos dentro de esa ley”. 

Precarización laboral 

En Argentina, la enfermería es una de las profesiones más precarizadas. Estos trabajadores de la salud enfrentan bajos salarios, horarios extenuantes, falta de seguridad laboral y una gran cantidad de responsabilidades. A menudo, trabajan en condiciones peligrosas, sin equipo de protección personal adecuado y sin acceso a servicios de salud y bienestar.

Acosta profundizó sobre esto y marcó que estar fuera de la carrera profesional implica una merma salarial “muy importante”. Se debe promover el reconocimiento de la enfermería como una “profesión esencial y valorar adecuadamente su trabajo en la sociedad”, reforzó la idea.

En relación al reconocimiento, Miranda sostuvo que si los licenciados son reconocidos e incluidos en la Ley 6035 habrá un “mejoramiento salarial sustancial”.

Formación

El titular de la AECAF, por otro lado, planteó la necesidad de fortalecer la formación y capacitación del personal de enfermería. Esta es una de las demandas a fin de robustecer las habilidades y conocimientos necesarios para atender a los pacientes.

La situación actual -según Miranda-  es compleja, la enfermería es una profesión que demanda mucho tiempo. “El joven que termina la secundaria ve un problema aquí, además la retribución económica es mucho mejor en otras carreras”, afirmó el licenciado.

“Cumplimos con todos los requerimientos que se establecen para ser reconocidos e incluidos en esta ley”, aseguró Alejandro Miranda, presidente de la AECAF. 

Sobrecarga laboral

Es importante destacar que el reposo y la recuperación luego de intensas jornadas de trabajo son esenciales para la salud de cada profesional, y para lograr un correcto rendimiento. Además de que ambos tipos de tareas son fundamentales para el correcto funcionamiento de los servicios, y para la calidad de la atención brindada a los pacientes.

La actividad sanitaria genera un desgaste prematuro en la salud, entonces es necesaria la reducción horaria y jubilación anticipada”, enumeró el integrante del sindicato. 

Sin embargo, esto no sucede, “la mayoría tenemos doble empleo y encima nos jubilamos normalmente, como cualquier otro trabajador que no tiene una actividad de riesgo. Estamos altamente expuestos a riesgos biológicos, físicos, químicos y psicológicos por el gran estrés que tenemos”, completó. 

Brecha de género

La enfermería argentina está compuesta, en su mayoría, por mujeres. Son ellas las que enfrentan desigualdades en cuanto a salarios y oportunidades laborales en comparación con sus colegas masculinos.

Según datos de la Federación de Asociaciones de Enfermería de la República Argentina (FAE), el 87% son mujeres, pero su salario promedio es un 25% menor que el de los enfermeros varones. 

Esta desigualdad de género en la enfermería argentina puede atribuirse a varios factores, incluyendo la discriminación de género en el sector de la salud, la falta de reconocimiento de la labor de las enfermeras y la falta de políticas y medidas que aborden específicamente las desigualdades de género en la profesión.

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¿Cuál es la situación de los hospitales porteños? 

La Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) revisó el funcionamiento de los servicios de guardia de los hospitales Durand, Santojanni, Argerich y Fernández, durante el primer año de la pandemia.

El informe evidenció la falta de espacios adecuados de descanso para el personal de salud, sobrecarga laboral en enfermería, y falta de personal administrativo. Tareas fundamentales para el correcto funcionamiento de los servicios, y para la calidad de la atención brindada a los pacientes.

También se compararon los resultados con la última revisión de 2014. En este sentido, se expuso que no hubo grandes cambios, e incluso hubo coincidencias entre los establecimientos, sobre todo a nivel edilicio y de personal.

El 2020 fue declarado, por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el año internacional de la enfermería con el objetivo de reconocer su función crucial durante la emergencia sanitaria.

La pandemia -según Acosta- magnificó los problemas que ya existían: la escasez de enfermeros y enfermeras; falta de recursos materiales de buena calidad; desprotección ante la enfermedad. 

La enfermería puso los muertos en esta pandemia”, concluyó Acosta.