Fundación Éforo publicó  Acceso al Agua Potable y Saneamiento en Argentina, un informe acerca del compromiso asumido por el país para el saneamiento y distribución de agua potable y su acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por países de todo el mundo hasta 2030.

Para 2023, el Ejecutivo ya no propone el 100% de la población con acceso a la red de agua potable, sino que la meta será alcanzada con el 88% de los hogares conectados.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son un conjunto de 17 metas adoptadas en 2015 por Estados Miembros de las Naciones Unidas para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad. El ODS 6 refiere a la disponibilidad de agua limpia y saneamiento, imprescindibles para el desarrollo nacional, y las metas 6.1 y 6.2 se centran en que el agua debe tener un precio accesible, además de que el Estado tiene que facilitar el acceso a servicios de saneamiento e higiene adecuados para toda la población del país, en especial las que están en situaciones de vulnerabilidad. Argentina se comprometió al 100% del cumplimiento en toda su población para 2030.

En el análisis, Éforo destaca que el 88% de la población (25,3 millones) de los 31 principales aglomerados urbanos argentinos tiene acceso al agua potable mediante red pública. El 12% restante (3,4 millones) dispone de otras fuentes como perforaciones, bombas de agua o en algunos casos acumulación de agua de lluvia. Por lo tanto, se requiere incrementar ocho veces el ritmo de acceso a la red pública de agua potable por encima del crecimiento poblacional para cubrir el acceso total. 

Por esta razón, el Ejecutivo, a través del Ministerio de Obras Públicas, ajustó un cambio en las metas intermedias. Así, el objetivo para el 2023 se redujo del 100% al 88% de la población con acceso a la red de agua potable. 

Por otra parte, para garantizar servicios de saneamiento e higiene adecuados a toda ciudadanía se requeriría incorporar a la red cloacal a 9 millones de personas adicionales en un plazo de dos años, lo que equivale a un aumento de la población cubierta siete veces superior al crecimiento vegetativo. Anualmente, se incrementa en 1% la población con acceso a la red de desagüe, pero para alcanzar la cobertura total en 2030 se necesita quintuplicar el ritmo (5%).

En Argentina solo el 68,5% de la población habita en viviendas particulares con acceso a red pública de desagües cloacales. A su vez, un 31,5% dispone de cámara séptica, pozo ciego, hoyo o excavación en la tierra. En cuanto a las Servicios de Saneamiento, el Ministro de Obras Públicas también realizó modificaciones en los objetivos hacia 2023.  En el presupuesto de 2022 redujo del 75% al 66% la meta de acceso a la red pública de agua desagüe.

Diferencias regionales

El informe también señala la desigualdad que existe entre las regiones del país en cuanto al acceso de agua potable. El porcentaje de cobertura en los partidos del Gran Buenos Aires (73,5%) se encuentra muy por debajo al del resto de los aglomerados relevados por la EPH en comparación con otras zonas del país como, por ejemplo, Rosario, Río Cuarto, Salta, Posadas o Rawson que su porcentaje está entre el 90 y el 100% de cobertura.

El porcentaje de cobertura en los partidos del Gran Buenos Aires
(73,5%) se encuentra muy por debajo al del resto de los aglomerados.

En conclusión, el país evidencia una gran desigualdad en cuanto a la distribución de agua potable y el desagüe de la red cloacal. A su vez, el Gobierno Nacional demuestra escasa proyección en el aumento de la cobertura a futuro, ya que se espera sostener la población que tiene acceso en lugar de aumentarla. De esta manera, Argentina llegará a 2023 con una reducción de las expectativas iniciales.  

Para realizar este informe Fundación Éforo utilizó datos provenientes de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la más actualizada hasta la fecha.