En una charla con El Auditor.info, la secretaria General de la Contraloría General de la República de Chile, Nelly Salvo, se refirió a la gestión de personas dentro del organismo de control y las prácticas que están implementando para tener una institución con más equidad en los recursos humanos y con menos brechas. 

- Hace poco hicieron público un trabajo interno que realizaron vinculados con quienes trabajan en el organismo, ¿de qué se trata? 

-La gestión integrada de personas está enfocada en tomar diagnósticos, acciones y medidas de todo el ciclo laboral de las funcionarias y los funcionarios. Buscamos incorporar elementos de género, diversidad e inclusión en los momentos de las postulaciones, de los ingresos, en el desarrollo de la vida laboral y en el período de egreso, poder ir estableciendo diagnósticos e ir incorporando acciones. Fue sumamente complejo porque implicó entrar en cada una de las etapas del ciclo laboral, no se había hecho una experiencia así. También medimos el estado en el que se encontraban las personas mediante preguntas. 

-¿Qué observaron durante el proceso de dicho trabajo?

-Observamos lo que ocurría con las mujeres en la Contraloría y nos dimos cuenta que en el momento del ingreso eran más del 50%. Pero a medida que entrábamos en el desarrollo de la vida laboral, no alcanzaban los puestos de jefaturas intermedias. Hicimos el diagnóstico de por qué las mujeres no accedían a esos cargos y nos dimos cuenta, muy cruzado por la pandemia, que ocurría lo mismo que en todo el país y en la región, que operaba el techo de cristal.

Las mujeres no se estaban postulando a esos cargos de jefatura, no es que no estaban siendo seleccionadas. Lo cruzamos con encuestas que habíamos realizado durante la pandemia y notamos que las mujeres no tenían mucho tiempo por la mañana porque cuidaban a sus hijos, hacían el almuerzo, las compras y una serie de actividades que implican un doble rol. No solo era un tema de competitividad sino que ellas mismas se sintieron limitadas para poder acceder a estos cargos de jefatura que implican mayor responsabilidad.

-¿Están realizando capacitaciones para quienes hacen el recibimiento del personal?

-Sí, creemos que todas las funcionarias y funcionarios al momento de entrar a la contraloría deberían conocer las herramientas y los instrumentos con los que cuenta la contraloría para garantizarles la inclusión, la diversidad y el igual trato. Como sus obligaciones de respeto con el resto de sus compañeros. Este es uno de los elementos que trae mayores cambios culturales y empuja al cambio cultural para que postulen, para que las jefaturas escojan mujeres y para que flexibilicen el espacio de trabajo de las mujeres que permita demostrar su mérito con toda la carga que tienen. 

Para nosotros la inducción tiene que incorporar los elementos de la normativa del código de conducta, que conozcan los canales de denuncia, el comité en funcionamiento y que sepan que hay personas que sirven de enlace con esos comités para que formulen cualquier tipo de denuncia o reclamo. En general la inducción es un fuerte componente de conocimiento de los valores institucionales y si queremos permear con valores de género, diversidad e inclusión, tenemos que comenzar desde ahí. Hemos comenzado a implementar una inducción que está mucho más fortalecida para entregar toda esa información y que puedan conocerla.

-¿Qué hace falta mejorar en relación a quienes trabajan en la Contraloría?

-Nos dimos cuenta que uno de los aspectos que mayor peso tiene para hacer cambios culturales dentro de una institución es el trabajo con jefaturas. Este año viene todo un paquete enfocado en capacitación: talleres, seminarios con todas las jefaturas, pero no solo las más altas, sino hasta las jefaturas intermedias. Tenemos que llegar a ellos con estos elementos de diversidad, inclusión y género. Este es un aspecto vamos a trabajar fuertemente durante el año.

Lo otro que tenemos que hacer es que en algunas instancias haya mayor cercanía entre jefaturas y personas. Romper el hielo en instancias de trabajo por fuera o con momentos de encuentros. También establecimos una jornada retroalimentación obligatoria durante el año que implica conocer la situación de las condiciones en las que está la funcionaria. Eso tiene un impacto mayor porque es un cambio cultural. Este romper el hielo es muy importante para hacer un cambio cultural dentro de la institución. 

-Para finalizar: ¿El organismo está digitalizado?

-Antes de la pandemia, había llegado con el Contralor la implementación de proyectos de carácter digital con el lema de cero papel. Con este lema se habían realizado una serie de medidas dentro de la institución que se fueron cristalizando a través de proyectos informáticos que implican la integración de los sistemas y el abandono del papel. Hoy ya estamos implementando un proyecto que se llama ventanilla única y que implica trabajar con todos los servicios del Estado solo a través de documentos electrónicos, pero siempre quedan lugares resabiados porque son más inaccesibles. Este año ya estamos trabajando con cero papel con los servicios del Estado.

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