El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, a través de la Brigada de Control Ambiental (BCA), presentó una denuncia penal ante la Unidad Fiscal en Materia Ambiental (UFIMA) para que la Justicia avance en la investigación por la comercialización de abrigos, accesorios de pieles y cueros elaborados a partir de animales de la fauna silvestre, entre ellos yacarés, ocelotes y yaguaretés.

En su labor, este equipo inspeccionó un local de venta de indumentaria ubicado sobre la calle Marcelo Torcuato de Alvear -en el centro porteño- que tenía a la venta productos y subproductos amparados por la Ley de Conservación de la Fauna Silvestre. Allí, se secuestró gran cantidad de abrigos confeccionados con pieles de zorro, mono, visón, leopardo, chita y ocelote. Asimismo, se hallaron carteras y botas elaboradas a partir de cueros de yacaré, cocodrilo y pitón.

La inspección de la Brigada se concretó a partir de un relevamiento previo en redes sociales.

La situación se agravó debido al hallazgo de tapados de piel de yaguareté (Panthera onca). Esta especie se encuentra “en peligro crítico”, contemplada por la ley N° 22.344, y amparada por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.

Por otro lado, el cuerpo de inspectores de Ambiente también registró un local en la calle Posadas, barrio porteño de Recoleta. Se analizó documentación que acredite el origen legal y la trazabilidad de los productos, así como la habilitación para su comercialización. La mercadería fue inventariada para suspender la venta, hasta tanto se evalúen los documentos presentados.

Según el Ministerio de Ambiente, la inspección se concretó a partir de un relevamiento previo en redes sociales. Funcionarios de la cartera detectaron la oferta de productos y subproductos de la fauna silvestre amparados por la Ley de Conservación de la Fauna Silvestre y su Decreto Reglamentario 666/1997. Y contó con la participación del departamento de Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina.

Tweet de Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible

Especies en peligro de extinción

La fauna silvestre, además de ser fundamental para los hombres y mujeres, es un componente muy importante de la biodiversidad del planeta. En Argentina hay 253 especies amenazadas o en peligro de extinción. La Auditoría General de la Nación (AGN) presentó un informe, aprobado en 2018, dónde se observó que “sólo se realizan acciones de conservación en siete tipos, lo que representa el 2,7% del total”.

En Argentina hay 253 especies amenazadas o en peligro de extinción, según el Ministerio de Ambiente. 

Durante el periodo auditado, enero de 2011 a marzo de 2016, el organismo de control detectó que la cartera abordó la temática con el Programa de Conservación de Especies Amenazadas, sin embargo el informe expuso que “no se creó ni un documento que lo estructure y que establezca sus lineamientos principales, sus objetivos y metas, los criterios de selección de los proyectos ni los cronogramas de cumplimiento”. Asimismo, el Plan de Extinción Cero, que si bien no contó con una resolución de creación donde se establezca que reemplaza al Programa, en los hechos ocupó su lugar.

En la práctica, el documento aseguró que con el Plan “el número de especies objeto de las acciones de conservación en lugar de incrementarse progresivamente, se redujera de 12 a siete”. Esto da cuenta de que se vulnera el “principio de progresividad”.

Además, la Auditoría expresó en su informe que no existe evidencia de que la DFSyCB haya realizado una “planificación adecuada” para el Programa de Conservación de Especies Amenazadas.  De hecho, el organismo requirió información, pero no le remitieron planificaciones estratégicas ni informes de gestión.

Tweet de Auditoría General de la Nación

Por otro lado, la AGN aseguró que “la difusión es una de las principales líneas de acción para evitar la extinción de las especies en peligro, por lo que la transparencia y el restablecimiento de toda la información disponible en la página web se observa como un objetivo prioritario”.

En otro tramo del documento, el organismo de control mencionó que los recursos humanos disponibles para conservar las especies amenazadas resultaron “insuficientes”. Esto surge de que el área supervisada contaba con 12 técnicos para controlar la “gran cantidad de especies amenazadas, su enorme dispersión territorial y la necesidad de coordinar acciones entre diferentes jurisdicciones”.

La AGN informó que “sólo se realizan acciones de conservación en siete tipos, lo que representa el 2,7% del total”.

Además, la Auditoría aseguró que la “falta de financiamiento específico es la principal limitante”. El informe detalló que los procesos administrativos para la adquisición de equipamiento son “lentos”, y el tiempo que demanda tramitar el presupuesto de cada actividad no permite desarrollar las acciones de manejo en el momento más conveniente, marcado por los procesos biológicos de las especies y sus ciclos anuales. 

“Resulta necesario que la Dirección de Fauna Silvestre y Conservación de la Biodiversidad (DFSYB) cuente con políticas institucionales, estrategias, acciones de corto y largo plazo, indicadores de impacto y resultados que permitan obtener información confiable para evaluar la gestión”, planteó la AGN. 

Las causas principales de amenaza -concluyó el informe- son la pérdida y degradación del hábitat, la caza ilegal, el tráfico ilegal de especies vivas o de productos y subproductos, la contaminación, el cambio climático y la introducción de especies exóticas invasoras que afectan y desplazan a las nativas al contar con ventajas competitivas.