Sin las utilidades del Banco Central, el déficit del año pasado hubiese superado el billón de pesos
La Oficina de Presupuesto del Congreso analizó la Cuenta de Inversión 2019 y reveló que la autoridad monetaria giró al Tesoro $ 204 mil millones, que no estaban previstos en los planes iniciales. Así se pudo contrarrestar, en parte, el impacto del aumento de los gastos y la baja en los ingresos de capital. El rojo final fue de $ 865 mil millones. Hoy se detallan las proyecciones para el año que viene.
Hoy el ministro de Economía, Martín Guzmán, va al Congreso a detallar las proyecciones del presupuesto 2021, en las que se prevé un crecimiento del PBI del 5,5%, un dólar a $ 102,40, una inflación del 29% y un déficit de $ 1,7 billones.
Será el inicio de un nuevo ciclo presupuestario que, tras la etapa de ejecución, culminará con la Cuenta de Inversión, un resumen en el que podrá verse cuán lejos de los números finales quedaron aquellas estimaciones iniciales.
En ese sentido, la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) analizó recientemente la Cuenta de Inversión del ejercicio 2019 y reveló que todas las variables presentaron “desvíos” en relación a sus cálculos originales, desde el déficit hasta la caída del PBI, pasando por el saldo comercial, e incluso lo que se pretendía recaudar por impuestos.
Todas las variables presentaron “desvíos” en relación a sus cálculos originales
Por ejemplo, el documento detalla que, si bien el déficit del año pasado fue de $ 865 mil millones, en rigor ese monto resultó un 44,2% mayor al esperado.
No obstante, según la OPC, el rojo pudo haber sido mucho peor. Es que, más allá de que el resultado negativo radicó en un doble fenómeno, de aumento en los gastos totales y menores ingresos de capital, el informe explicó que durante el año pasado, el Tesoro nacional recibió $ 204.245 millones en concepto de utilidades remitidas por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), un monto que no estaba previsto en el presupuesto original.
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Lo que quiere decir que, sin esa asistencia de la autoridad monetaria, el déficit financiero hubiese sido de $ 1.070.136 millones, es decir, más de un billón de pesos.
Los “desvíos”
Como ya se dijo, todas las variables analizadas en la Cuenta de Inversión mostraron resultados distintos a los proyectados inicialmente en el presupuesto 2019. Esos “desvíos”, dice la OPC, alcanzaron incluso a la caída del PBI, que fue cuatro veces mayor a la estimada, y el saldo comercial -la diferencia entre importaciones y exportaciones- que, si bien cerró con un superávit de U$S 5.800 millones, en rigor estuvo US$ 10 mil millones por debajo de lo esperado.
Gastos
El año pasado la Nación desembolsó por todo concepto $ 4.762.089 millones, o sea, 4,7 billones de pesos.
El monto fue un 14,1% superior al cálculo inicial, lo que, en dinero, implica que se gastaron $ 589.778 millones más de lo previsto.
Detalla la OPC que un tercio de ese desvío (33,4%) correspondió al ítem transferencias corrientes. Fueron algo más de $ 197 mil millones, distribuidos entre provincias y municipios ($ 50 mil millones), la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (CAMMESA, $ 39 mil millones), y las asignaciones familiares que paga la ANSES ($ 31 mil millones), entre otros destinos.
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Además, el ítem otras rentas de la propiedad, aportó el 31% del desvío en cuestión, ya que devengó $ 187 mil millones por encima de lo estimado.
Dentro de los gastos de capital también se destacó el ítem inversión real directa, que ejecutó un 78,9% más de lo previsto y representó un 17,1% del desvío.
Y, para completar, las prestaciones de la seguridad social, concepto que se lleva el 48,6% de los gastos totales del país, también devengó más fondos de lo esperado, y contribuyó a la sobreejecución del presupuesto en un 12,2%.
Ingresos
Por otra parte, el Estado también registró más ingresos de lo que esperaba. En total, se percibieron $ 324 mil millones adicionales, de los cuales el 70% provino de las ya mencionadas utilidades remitidas por el Banco Central.
El monto extra se completó, por un lado con $ 73 mil millones más de ingresos tributarios y, por el otro, con $ 50 mil millones por encima de lo previsto en concepto de ingresos no tributarios.
Sin embargo, esto no alcanzó para compensar los “desvíos negativos” registrados en el rubro ingresos de capital, que significaron casi $ 58 mil millones menos de lo esperado para las arcas públicas.
Esa performance estuvo impulsada principalmente por el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), cuyo aporte estuvo unos $ 44 mil millones por debajo de lo previsto.
Resultados finales
En base a la Cuenta de Inversión, la Oficina de Presupuesto del Congreso concluyó que el resultado económico de 2019 (que se obtiene restando ingresos corrientes menos gastos corrientes) dio un déficit de $ 637 mil millones, algo más del 20% por encima del cálculo inicial.
A su vez, el resultado primario (ingresos totales menos gastos primarios, es decir, sin contar el pago de los intereses de la deuda), arrojó un superávit de casi $ 62 mil millones, aunque ese positivo estuvo lejos de los $ 140 mil millones previstos.
Finalmente, el resultado financiero, obtenido a partir de restar los ingresos totales menos los gastos totales, dio el ya mencionado déficit de $ 865 mil millones lo que, en rigor, representó un desvío del 44,2% por sobre el rojo calculado inicialmente.