El Tribunal de Cuentas de La Pampa cumplió 70 años
Hubo una muestra de archivos históricos y reconocimiento para todo el equipo de trabajo. Para la presidenta del organismo, María Alejandra Mac Allister, significó “visibilidad y concienciación del control como bien común en un Estado de Derecho”.
El Tribunal de Cuentas de La Pampa cumplió 70 años. La celebración se realizó el pasado viernes 28 de julio en la sede del organismo. El Auditor.info dialogó con la presidenta, María Alejandra Mac Allister, quien repasó la historia y el trabajo del organismo.
- ¿Qué sentimientos atravesaron por el aniversario 70 del Tribunal de Cuentas?
Se entrelazan sensaciones de alegría, nostalgia y reconocimiento. Esto se produce cuando uno tiene registro de la propia historia, dado que si bien en el año 1953 el Gobernador envía el proyecto de ley a fin de discutir las competencias y capacidades del Tribunal, un año antes es la Constitución Provincial la que incorpora al organismo de control externo.
A partir de ello, y a pesar de los distintos momentos políticos, el Tribunal nunca perdió jerarquía constitucional. En este marco es interesante ver cómo los debates parlamentarios (oficialistas y opositores) parecen no dar cuenta del paso del tiempo por el compromiso político constante de todos los sectores en preservar al organismo como sinónimo de buena administración.
- ¿Cómo fue la celebración?
Fue un acto emotivo y significativo. Recordamos todo lo que sucedió a lo largo de 70 años. Presentamos una muestra del archivo del organismo con una intervención alusiva en el edificio. Fuimos acompañados por todo el arco político (gobernador, ministros, ministros del poder judicial y bloques parlamentarios) y por presidente del Secretariado Permanente de Tribunales de Cuentas. Eso es evidencia del respeto institucional logrado, pero también fue un reconocimiento interno hacia el equipo de trabajo del propio organismo. Para nosotros la celebración significó visibilidad y concientización del control como bien común en un Estado de Derecho.
- ¿Cuáles crees que son los momentos más importantes del Tribunal en la historia reciente?
Hay una multiplicidad de hechos, pero puedo enumerar la inauguración de la sede propia, que había quedado pendiente producto de la pandemia y se realizó junto a la celebración de los 70 años. El edificio se ubica estratégicamente entre los tres Poderes del Estado y es totalmente vidriado como signo de transparencia. El rol clave en época de pandemia, momento en el que se realizó el control previo de todas las contrataciones, aún en etapas de aislamiento extremo. La certificación de los procesos mediante normas ISO. La obtención de medalla de plata por el Premio Nacional a la Calidad. La conformación de un Comité de Responsabilidad Social y la firma de un Convenio de cooperación con la Facultad de Ciencias Económicas y Jurídicas de la Universidad Nacional de La Pampa, para la realización de prácticas tutorizadas en la sede del organismo, en el marco de la Especialización de Control Público que dicta la facultad.
- ¿Cómo está hoy el Tribunal? ¿Cómo se lo observa?
El Tribunal de Cuentas es un organismo con prestigio. Tiene indicadores que así lo demuestran y que se presentan anualmente en la cuenta de inversión con datos que evidencian dicha actuación.
- ¿Cuáles son los desafíos a corto y mediano plazo en torno a la actividad del control?
El cambio de paradigma con respecto a trabajar con la mirada puesta en un control contributivo. La utilización de la herramienta de auditoría como un control integral e integrado. El estudio de un universo de control más amplio con incorporación de Sociedades Anónimas con Capital Estatal Mayoritario (SAPEM) y de fideicomisos. La digitalización de los procesos y el uso de la inteligencia artificial. El trabajo bajo estándares internacionales de calidad planteados por OLACEF y OCDE. La creación de un observatorio de control en conjunto con otros organismos de control y el hecho de posicionar al organismo como productor de valor público y parte de una buena gobernanza.