La pandemia del covid-19 paralizó muchas actividades y representó un momento para repensar el trabajo en muchos ámbitos y sectores, sean privados o en la administración pública. El control gubernamental no estuvo ajeno a esta situación y las tareas de auditorías también se vieron alteradas por el cambio de paradigma en el trabajo, que viró de lo presencial a lo virtual. 

La auditora del Tribunal de Cuentas de la provincia de Buenos Aires, Marcela Alejandra Stile Gaiad, indicó que “en tiempos de pandemia, los auditores tenemos nuevos retos, no solo un cambio en la forma de trabajar sino la nueva manera que tienen los estados de gestionar” y sostuvo que los auditados también afrontan una nueva forma de administrar los recursos públicos y atender las necesidades de la ciudadanía. 

“A pesar de la incertidumbre es importante dejar en claro que en la presencialidad o en la virtualidad, los auditores debemos seguir ejerciendo nuestra tarea, identificar riesgos y analizar a los gobiernos de acuerdo a un mapeo de ellos”, señaló Stile Gaiad que en su tesis de la Maestría de Auditoría Gubernamental, ya en 2017 planteaba que era necesario reflexionar sobre el control de los ingresos públicos en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires. 

Se aceleraron los cambios

El teletrabajo hizo que todos los entes intervinientes, auditados y auditores, tuvieran que actualizar sus plataformas de trabajo y apresurar el cambio de tecnología. "Las cuestiones que se pensaban instalar de a poco tuvieron que ponerse en práctica definitivamente”, explicó. 

¿Cómo se trabaja actualmente? Según reveló Gaiad, las auditorías se desarrollan de forma remota, a través de un servicio en línea que permite a los actores realizar la tarea más allá de la ubicación de cada uno.

En ese sentido, los cambios de la nueva normalidad ya quedaron establecidos. “En el caso del Tribunal de Cuentas de la Provincia, me parece que las auditorías van a ser mixtas. Vamos a realizar teletrabajo y a hacer algunas visitas a los municipios. Durante este tiempo, las cosas fueron a distancia y una o dos veces por mes en el domicilio del auditado”, adelantó la auditora del Tribunal de Cuentas bonaerense.

Este desafío impactó claramente en la rutina diaria de los auditores. “Tuvimos que tener en cuenta la viabilidad de realizar la tarea en forma remota y comprobar que la tecnología utilizada permita el acceso a la documentación relevante”, detalló

Ante esta situación también se tienen que garantizar las entrevistas con los auditados y la protección de los datos dejando registro y evidencia de los mismos. Y es muy importante evaluar la calidad de los documentos digitalizados para poder controlar de forma remota.  

Las auditorías deben seguir garantizando la protección de datos dejando registro y evidencia de los mismos.

La auditora del Tribunal bonaerense confirmó que "la auditoría a distancia llegó para quedarse. Vamos a tener que combinar la virtualidad con la presencialidad. La crisis sanitaria, que nos obligó a recluirnos en nuestros hogares, actuó y actúa como acelerador de los procesos de cambio. La transformación digital de los organismos dejó de ser una aspiración para ser un hecho palpable".