Donald Trump siendo arrestado. El Papa Francisco vestido a la moda de los raperos. Un policía francés abrazando tiernamente a una manifestante contra la reforma jubilatoria. Hace algunos meses comenzaron a verse por internet imágenes increíbles que, sin embargo, eran completamente verosímiles. La sorpresa daba lugar a la pregunta: ¿esto es real? La polémica llegó también a través de textos literarios, periodísticos y hasta de carácter académico que, a pesar de su aparente coherencia, no eran escritos por personas de carne y hueso: de golpe nos enteramos que todo esto era producido a través de la Inteligencia Artificial (IA). Así es como aquello que se vislumbraba a futuro, en un horizonte lejano, es hoy una realidad concreta que impacta en distintos aspectos de la vida cotidiana.

En un evento realizado en la Casa de América en Madrid, Mariano Jabonero, secretario General de la OEI, manifestó que “la IA ha adquirido una importancia creciente (...) en los últimos años y está teniendo un impacto significativo en todos los campos: en la medicina, en las finanzas y también en la educación”. Por ello es que desde dicha organización, junto a la Fundación ProFuturo, desarrollaron un trabajo que busca reflexionar sobre el rol de la IA en la educación, a través de una encuesta realizada a 67 personas vinculadas al ecosistema privado de tecnología y educación, funcionarios públicos y al mundo académico, quienes dieron su opinión acerca de la forma en que la Inteligencia Artificial se está desarrollando en la actualidad y cuáles son sus perspectivas a futuro.

El estudio en cuestión es denominado “El futuro de la inteligencia artificial en educación en América Latinay fue presentado en un importante evento del que participaron, además del mencionado Jabonero, directivos de organismos internacionales y fundaciones, especialistas, referentes del sector empresarial y autoridades gubernamentales en materia de educación, digitalización y tecnología.

En el encuentro se puso de relieve el contenido y los aportes del informe, rescatando el consenso de los encuestados sobre la creciente importancia de la IA respecto a la educación de cara al futuro –especialmente en educación superior–, su potencial de crecimiento en relación al aprendizaje más allá de la escuela y para los alumnos con necesidades especiales y una serie de recomendaciones para que las políticas públicas se concentren en garantizar la conectividad en el ámbito educativo y la formación de capacidades docentes. 

El encargado de hacerlo fue Axel Rivas, uno de sus autores, quien además alertó sobre la “paradoja de la desigualdad” dada en la posible reducción de las desigualdades con la IA hacia el interior de cada país, al mismo tiempo que una ampliación de la brecha entre los países, por sus distintos niveles de desarrollo tecnológico.

El rol del Estado

El evento contó con tres mesas de debate –que pueden revivirse completamente online–, donde las figuras invitadas realizaron un análisis acerca de la IA en la región, evaluaron su impacto en la educación y su vinculación con el trabajo y la productividad. Todos los aportes fueron significativos, pero se destacan algunos como el de Carme Artigas, la secretaria de Digitalización e Inteligencia Artificial de España, quien señaló que ante este escenario de desarrollo tecnológico vertiginoso, “el papel de los Estados es fundamental (...) para garantizar que el mismo revierta en beneficio social y al servicio de las personas, y no al revés”. En ese sentido resaltó que “tenemos una gran responsabilidad para establecer marcos normativos, herramientas de supervisión, y ejercerlas en pro de garantizar una serie de derechos humanos y ciudadanos que también se deben mantener en el entorno digital”. 

Andrés Delich, secretario General Adjunto de la OEI, fue el encargado de presentar la sección del encuentro que vinculó la IA con la productividad, señalando que “el mundo laboral se está transformando de la mano de la inteligencia artificial y por ello es importante establecer un diálogo entre el sistema productivo y la educación”. Claudia Limón, especialista en educación, planteó un importante dilema respecto al rechazo o la utilización de herramientas como el ChatGPT en ámbitos educativos, manifestándose a favor de su uso pero sin perder de vista la existencia de brechas de infraestructura, acceso y conectividad, de habilidades digitales y de carácter cognitivo. Si bien las primeras dos siguen vigentes y deben ser resueltas, la especialista alertó sobre la brecha cognitiva, destacando que es necesario generar condiciones entre los estudiantes para que puedan ser usuarios críticos de la IA, y a la vez no pierdan las competencias para desarrollar conocimiento.

Las numerosas aplicaciones de la IA en los campos más diversos demuestran la llegada de una verdadera revolución que cambió los paradigmas. Queda claro que ya forma parte del presente y, sin lugar a dudas, marcará la educación del futuro. Por ello es importante continuar reflexionando sobre su uso y aplicación: la ilusión de progreso puede convertirse en un boomerang que golpee a vastos sectores sociales, profundizando las desigualdades ya existentes.