La semana pasada una imagen de una improvisada silla de ruedas recorrió las portadas de los diarios porteños. Se trata de una herramienta de traslados cortos que fue entregada por la ONG CILSA en 2010. En este caso, la postal corresponde al Hospital Argerich pero las mismas se utilizan en todos los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires.

CILSA funciona desde 1966 y, con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud, promueve la inclusión de personas con discapacidad y de sectores vulnerables a la sociedad a través de actividades y acciones directas. Su directora, Silvia Carranza, dialogó con Gestionpublica.info y confirmó que desde la organización llevan adelante distintos programas sociales con el objetivo de aumentar la inserción de personas con discapacidades a la sociedad

En 2009, la ONG recibió de la Organización Internacional Free Wheelchair Mission una donación de sillas GEN1; las mal llamadas sillas plásticas. Esta organización internacional dona sillas de ruedas dentro de las cuales está la GEN1 y la GEN2 que es una silla que se asemeja más a las convencionales.

Con el programa de entrega de elementos ortopédicos, desde 1995 se entregaron más de 37 mil sillas de ruedas de todo tipo y tamaño, adaptadas a las distintas patologías y con cuidados especiales. El año pasado se enviaron de forma masiva 500 GEN1 para colaborar con hospitales, centros de salud y geriátricos, afirmó Carranza.

Esta silla es muy firme, fuerte y es exclusiva para traslados cortos. Además, resulta muy útil porque se puede higienizar a la persona ahí, y también es muy fácil de limpiar, destacó la directora de CILSA.

Queremos destacar que esto no es lo único que hacemos, ya que trabajamos con sillas posturales para parapléjicos, según el terreno o el tipo de patología. Nos sentimos perjudicados por como se ha tratado el tema, admitió.

Donación

Nosotros también tuvimos cierta reticencia porque la GEN1 no estaba dentro de lo que normalmente solemos entregar. Pero después vimos que podía tener una gran utilidad y ser un gran servicio para innumerables personas que van a los hospitales y que no cuentan con sillas para traslados. Si somos una organización de inclusión de los sectores vulnerables, ¿por qué rechazar esta silla si realmente cumple una función específica?, reflexionó Carranza.

¿Qué paso?

Silvia se explayó al respecto de lo sucedido en el Hospital General de Agudos Dr. Cosme Argerich y confirmó que la imagen que se difundió es una silla GEN1 pero no es la original. El personal del nosocomio, por deterioro, la arregló y su alineación no es la correcta, su asimetría está mal. Por esto mismo, no se puede usar. Cuando llevamos las sillas las entregamos con un almohadón, con un inflador  y con un kit muy pequeño de repuesto. Ellos nunca nos solicitaron repuesto de la silla ni su reparación. Yo creo que fue un ensamble desafortunado que quisieron hacer, resaltó Silvia Carranza.

Hospital Argerich

Esta noticia se suma a las falencias encontradas por la Auditoria General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) en un informe publicado en el 2008, retomado luego por el portal ELAUDITOR.INFO, donde se detallan distintas anomalías, entre ellas quirófanos que no están en condiciones para realizar cirugías, listas de espera interminables para operaciones y faltante de camas en el área de recuperación. Otra carencia de suma importancia que destacan los auditores del organismo de control se refiere al área de recursos humanos, sobre todo personal de enfermería.