Un porcentaje que no alcanzó
Según datos oficiales, en el último año se utilizó el 40 % del presupuesto destinado a mitigar las crecidas de los ríos, lo que refleja una subejecución de los programas destinados a controlar las inundaciones en el ámbito bonaerense. En sintonía con esta situación, varios informes de la Auditoría General de la Nación ya habían advertido demoras considerables en la ejecución de las obras hídricas, entre las que se encuentran la construcción de desagües pluviales, abastecimiento de agua potable, riego y drenaje.
Las inundaciones en la provincia de Buenos Aires trajeron aparejados cuestionamientos hacia el gobernador Daniel Scioli por lo hecho, y lo no hecho también, en materia hídrica. En el último año, según datos oficiales, se utilizó el 40% de la partida para mitigar las crecidas de los ríos, el porcentaje más bajo desde 2010. Por su parte, en el área de saneamiento, la ejecución fue del 60%, pero los recursos absolutos son menores que en 2009.
El Servicio Meteorológico Nacional publicó un informe que señala que las precipitaciones de los primeros diez días de agosto superaron los niveles usuales de cantidad de agua en las zonas norte y centro de la Provincia. En sintonía con estos datos, la realidad muestra que existe una gran subejecución en los programas destinados a controlar las inundaciones y los relacionados al saneamiento hidráulico.
Según quedó asentado en las planillas de ejecución presupuestaria de la Contaduría General de la Provincia, en 2013 y 2014 aumentó el gasto del programa Saneamiento Hidráulico, mientras que cayó el de Control de Inundaciones el cual fue creado en 2010 y cuya ejecución ese año había sido del 95% pero luego fue disminuyendo hasta llegar al número actual.
Obras y advertencias
Para tratar de paliar la problemática de las inundaciones, el Ministerio de Economía de la Provincia de Buenos Aires encargó a mediados de la década del 90´ a la consultora inglesa Sir William Halcrow & Partners la elaboración de un plan de recursos hídricos.
Este trabajo fue realizado entre 1997 y 1999 y costó cerca de 3 millones de dólares, financiados por el Banco Mundial. Los principales objetivos de lo que resultó ser el Plan Maestro Integral de la Cuenca del Río Salado (PMI-CRS) eran proteger el valor ambiental de la cuenca, mejorar las condiciones económicas y mitigar los impactos negativos de inundaciones y sequías.
Las medidas estructurales del PMI consistían en la construcción de canales, obras de almacenamiento y regulación en lagunas embalses, destinadas a mejorar la red de drenaje. La Provincia de Buenos Aires recién las inició en el 2004, comenzando por las obras aguas arriba, tal como lo preveía el plan.
En el período 2004-2012, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires licitó y ejecutó dos de las cuatro etapas previstas en el PMI. La primera consistía en el desagüe del Salado Superior y del Sistema Vallimanca-Saladillo, Las Flores (Junín) y la construcción del Puente La Postrera.
Por su parte, la segunda etapa del plan abarcó la readecuación del Salado Inferior, en el tramo desde el Canal 15 hasta la Laguna Las Barrancas (Chascomús) y desde allí hasta el Arroyo Los Poronguitos (General Belgrano).
Ambas etapas representan alrededor del 40% del total del PMI, calculado en 600 kilómetros que atraviesan la Provincia de este a noroeste. Sin embargo, la ejecución de las obras de la tercera y cuarta etapa del plan no registra avances significativos desde fines de 2008. Dos años antes, la Nación decidió priorizar la inversión en las áreas urbanas y disminuir los recursos nacionales destinados a las áreas rurales, que en su mayoría le corresponden a la Provincia.
Por su parte, la Auditoría General de la Nación (AGN) explica en un informe del año 2013 referido a las obras hídricas que el Plan Federal de Control de Inundaciones en la cuenca La Picasa se comenzaron sin que se hubieran cumplido los convenios provinciales respectivos (liberación de trazas); lo que ocasionó demoras considerables y modificaciones de los proyectos ejecutivos. Se concluyeron sólo ocho de las diez obras objeto de esta auditoría; como se trata de un sistema interconectado, su funcionamiento queda afectado, advirtieron los auditores.
En otro informe, la AGN asegura que en el Programa 19 Recursos Hídricos, el cual estaba destinado a impulsar programas de abastecimiento de agua potable, riego y drenaje, en la Obra Saneamiento Hidráulico del Arroyo Salguero, no se constataron fundamentos de la demora en el inicio de la obra y en la Obra Arroyo del Rey no se ha constado en la actuación documentación que refleje el cumplimiento de los plazos definidos en el Pliego de licitación.
Por su parte, en la ejecución de obras de mejoramiento y construcción de desagües pluviales en Laferrere, Rafael Castillo, Marcos Paz, la Matanza, Lanús, Morón y Lomas de Zamora, el organismo de control detalló que se observan irregularidades en el otorgamiento de anticipos, debilidades operativas y de rendiciones de cuentas. Tampoco se constató la existencia de reglamentación o plazos entre anticipo y el inicio de obras y no se obtuvo documentación suficiente en lo que respecta a rendiciones de cuentas, sin que haya un procedimiento uniforme para la presentación de las redeterminaciones de precios.