En 2000, el Club Deportivo Español quebró y siete años después sus terrenos fueron adquiridos a través de un remate por la firma Corporación Sur perteneciente al Gobierno de la Ciudad. Por aquel entonces, la idea del Jefe de Gobierno Jorge Telerman era construir una ciudad deportiva de alto rendimiento y que el club pueda hacer uso de las instalaciones a través de un convenio.

Cuando Mauricio Macri asumió como Jefe de Gobierno esa idea quedó trunca. Le garantizó la tenencia de los terrenos al club a través de un comodato, pero con la condición de quitarle el 70% de las tierras y que pasen a manos de la Escuela de la Policía Metropolitana.

Ese comodato era por diez años con la posibilidad de ser renovado por diez años más. Venció el 21 de mayo de 2018 y como la fuerza policial porteña creció, hoy el Gobierno vuelve a poner contra las cuerdas al club que milita en la Primera B Metropolitana del fútbol argentino. Para continuar en Castañares y Asturias, debe ceder el 30% de su actual terreno.

El lunes cuando venció el comodato, se realizó en la sede del club una asamblea de socios y un abrazo simbólico a las instalaciones. Con el apoyo de la Coordinadora de Hinchas y la ONG Salvemos al Fútbol, Español lanzó una campaña para incorporar más socios, que en las últimas tres semanas pasaron de 2.000 a 3.000 y a eso hay que sumarle los 2.500 jóvenes que realizan actividades en el club.

Durante la jornada del lunes, el referente de los socios Gonzalo Manzano, que además es profesor de artes marciales en el Deportivo Español, describió que el club está todo dividido por muros. Las piletas, los gimnasios, las canchas de tenis y los quinchos quedaron del lado de la policía, explicó.

Ahora quieren casi la mitad del terreno que tenemos y nosotros lo queremos mantener por la historia, por los chicos y el futuro, deseó Manzano y concluyó: Nuestro presentimiento es que podremos quedarnos. Si nos tenemos que ir, queremos que nos den un predio más grande en otro lado.