La Dirección General de Promoción Cultural porteña se encarga de tramitar los concursos de literatura, teatro y música, desde donde ofrece subsidios mensuales y vitalicios para quienes ganen el primer puesto. La Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) detectó que en la dependencia “se llama a concurso pero no se entregan los premios”.

El informe aprobado este año sobre datos de 2009 señaló que “el último premio entregado correspondía al período 2002-2003”; fue en el Concurso de Literatura, Teatro y Música de la Ciudad. Lo mismo sucedió con los concursos Especiales Eduardo Mallea y Ricardo Rojas: los últimos entregados fueron en el período 2003-2005”.

Según la Auditoría el panorama es el siguiente: las entregas de premios “tienen un considerable retraso”, pero los subsidios que otorga la Dirección de Promoción Cultural están al día; de hecho, en los últimos cinco años se incrementaron tres veces sus fondos, es decir, fueron actualizados. Sí se observó falta de control en el pago de las ayudas económicas. Por ejemplo, “veintinueve beneficiarios —del total de 600 que cobran subsidios— no presentaron certificado de supervivencia en junio ni en diciembre de 2009, incumpliendo el Decreto Nº 266/09. De todos modos, se les pagó el subsidio por decisión de las autoridades”. Además, se observó un “desfase importante” entre el dinero asignado para cubrir los premios y pagarle al jurado, y lo que efectivamente se utiliza para dicho fin. Incluso, corroboraron que “las partidas presupuestarias -Servicios artísticos y culturales, y Premios y reconocimientos- no fueron utilizadas para lo que estaban previstas”.

De hecho, los $ 133.473 para costear Premios y Reconocimientos fueron usados en su totalidad, pero no justamente para pagar los subsidios, ya que la AGCBA indicó que el monto “se canceló con una modificación presupuestaria”. Es decir, se transfirió el dinero de esa partida para usarlo en otra cosa. En tanto, de los $ 42.558 que tenía la dependencia para el pago de jurados (Partida Servicios Artísticos y Culturales), “se usaron $ 34.000 para contratar a cuatro personas y pagar las estatuillas del Premio Trinidad Guevara”.

Para la Auditoría porteña “el atraso en la entrega de premios y la falta de control en el pago de subsidios, desvirtúan el espíritu de los concursos, la promoción de la producción cultural de aquellos artistas que habían sido premiados por su obra”, por lo que recomienda “una reforma del programa”.

Una propuesta de reforma que “no tuvo eco en las autoridades”

El Departamento de Concursos y Subsidios “formuló propuestas para mejorar la gestión” y las elevó al Director General de Promoción Cultural, de las distintas gestiones de gobierno, pero aún no obtuvo resultados.

Entre otras cuestiones, el Departamento propone “la creación de una Comisión Asesora ad honorem” para elaborar un anteproyecto de ley de concursos, premios y subsidios integral, compuesta por representantes de cada rama del arte y presidida por el Ministro de Cultura.

Por último, sugiere que al morir el titular, el beneficio no sea extensivo al cónyuge, concubinos, hijos menores de 18 años o con discapacidad, como sucede en la actualidad. La AGCBA dice que esto se sostiene porque “no se trata de una pensión, sino de un subsidio con el fin de contribuir a la continuidad de la producción del artista premiado”, por lo que el derecho de percepción debería extinguirse con el fallecimiento del ganador del premio.