El Hospital Dr. Rafael Villagrán del departamento de Chicoana, Salta, “no cumple con los requisitos exigidos por normativa” tanto nacional como provincial y “su gestión está fuera de los principios de eficacia, eficiencia y economía”, concluyó la Auditoría General de Salta que evaluó la gestión del centro de salud durante 2014.

Entre las problemáticas más importantes que expone el organismo de control provincial, en su informe aprobado en 2015, se destaca que “no se realizan consultas programadas en consultorios externos”, por lo que los pacientes “deben concurrir al hospital y hacer largas colas, incluso de madrugada, para solicitar atención”.

A ello se suma que “no cuenta con psicólogos, obstetras ni tocoginecólogos”. Durante sus visitas, los auditores constataron la “ausencia de especialistas para realizar partos”. Por ello, “todos los casos eran derivados al Hospital Materno Infantil de la ciudad de Salta”.

Una de las situaciones más críticas se vive en el Puesto Sanitario Chivilme que “no está conectado a la red pública de agua potable” y solo obtiene este recurso fundamental a través de “una conexión interna con la red de la escuela pública contigua”. En consecuencia, “su provisión depende del bombeo efectuado desde la escuela” y “en caso de desperfecto o falta de alguien que la opere, el puesto se queda sin agua”.

A este cuadro de situación se le suma “el mal estado edilicio” y “la insuficiente cantidad de profesionales”. El Puesto está a cargo de un enfermero y “cada 15 días asiste un médico clínico para prestar servicio”.

El hospital Villagrán es la cabecera de los once puestos sanitarios que componen la Red de atención del Valle de Lerma y Puna junto a un Centro de Salud. La Auditoría salteña observó que “cinco de esos puestos no cuentan con equipos de comunicación radial o telefónica”.

Sobre el Centro de Salud El Tipal, que atiende a 1500 pacientes, el organismo de control advirtió que “la cantidad de profesionales que prestan servicio no es suficiente”. Al cierre de la auditoría, el lugar “estaba a cargo de una enfermera profesional y tres agentes sanitarios la acompañaban, pero no había especialistas en pediatría, cardiología, nutrición ni ginecología”.

En cuanto a la infraestructura edilicia, el informe señala que “el servicio de internación obstétrica no dispone de condiciones de privacidad ni la superficie mínima por cama”.

La farmacia “está a cargo de dos agentes que no poseen título habilitante ni de farmacéutico, ni de técnico en la materia”. Sin embargo, “ambos son los que se encargan de la atención al público, a los distintos servicios del hospital y de la gestión del stock”. El sector, además, “no cuenta con la habilitación correspondiente”.

En lo que respecta al abastecimiento de insumos, medicamentos y material descartable por parte del Ministerio de Salud provincial, la Auditoría notó que al hospital “se lo provee en función a lo que el organismo estatal tiene en stock, independientemente de las demandas que realiza el nosocomio”.

De todas formas, desde septiembre de 2014 el Villagrán “tiene suspendido el envío de medicamentos del programa Remediar por desvíos en la rendiciones efectuadas a nivel Nacional”.

La gestión de los residuos biopatogénicos es otro de los puntos débiles. La Auditoría detectó que “los residuos líquidos, diluyentes y corrosivos, provenientes de la actividad radiológica y de laboratorio se eliminan por los desagües cloacales, sin tratamiento previo”.

En el servicio de Esterilización “no hay vías diferenciadas de ingreso y egreso de material a desinfectar”. El área de Laboratorio y Hemoterapia “no está habilitada por el Colegio de Bioquímicos de Salta, no posee sala de espera propia ni división entre la sala de extracción y el sector técnico”. Rayos X “no cuenta con paredes ni puertas plomadas”.

En cuanto a infraestructura, “la instalación eléctrica no se adecúa a la normativa vigente de la Asociación Eléctrica Argentina y el centro de salud no dispone de grupo electrógeno”. Sobre este último punto el informe aclara que “se iniciaron las gestiones para su provisión”.

Por último, la Auditoría salteña detectó que “en todo el hospital hay dos extintores y no tiene personal de seguridad”.