Según la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA), en el Hospital Fernández, el personal destinado al área quirúrgica es insuficiente para asistir la demanda. Incluso, ocho de los nueve quirófanos no disponen de personal de planta para el turno vespertino, “implicando una capacidad instalada ociosa del recurso `quirófano´”.

No obstante, pese a que el Hospital cuenta con 391 enfermeros, para la AGCBA, “requeriría una dotación de 730 agentes, (para eso), resulta necesaria la designación de horas correspondientes a 157 enfermeros, teniendo en cuenta las horas trabajadas de planta más las horas por módulos, las últimas, utilizadas ante la necesidad de recursos humanos. Si se excluyeran las horas por módulos, “el déficit ascendería a 339”.

La Auditoría añade que “existe baja disponibilidad de camas para la demanda de internación”. El índice de ocupación óptimo de camas es de 85% y, según el informe, “los valores que superan el 90% pueden ser indicativos de que se rechace pacientes”. En este caso, se pudo constatar que en el Fernández, “los Servicios de Cirugía General trabajan con una ocupación del 93,16%, Neurocirugía 90,79%, Urología 95,53%, Clínica Medica 94,92%, Terapia Intensiva 95,14% y Terapia Intermedia con un 96,64%”

En cuanto a la internación, otra de las situaciones que “disminuye la posibilidad de ingresos” es la demora en el proceso de facturación. El organismo de control verificó, sobre una muestra de 328 casos, que casi un cuarto de las prestaciones brindadas no pudo ser facturada.

El informe, aprobado el año pasado sobre datos del 2007, afirma que 792 cirugías programadas fueron suspendidas y que 504 corresponden a causas inherentes al efector de la salud, tales como “falta de camas y errores administrativos”. Además, el trabajo de auditoría agrega que hay demoras de hasta 144 días corridos en promedio para la obtención de prótesis destinadas a la operación de pacientes.

Por otra parte, la AGCBA sostiene que, si bien la hora trabajada por guardia fuera de dotación no se encuentra formalmente reglamentada, y genera controversias por la falta de relación entre las horas liquidadas y la correspondiente actividad asistencial, en el Fernández, “los profesionales que registraron horas mediante esta modalidad computaron el 60,37% del total de horas trabajadas”, generando “un gasto por tal concepto de $ 217.938,33 promedio mensual”. Mientras, por las horas planta se devengaron $ 248.649,95.

La Auditoría porteña detectó que además no existe un registro “fehaciente que acredite el efectivo cumplimiento de dichas horas”, dado que quien se encarga de su control, es el jefe del Servicio donde se las computa, “no existiendo así un control por oposición de intereses”.