Cuando desde el Complejo Teatral de la Ciudad de Buenos Aires (CTBA) se toma la decisión de producir y llevar una obra a escena, no se sabe cuánto dinero será necesario gastar. Según un informe de la Auditoría General porteña (AGCBA), el ente que funciona dentro del Ministerio de Cultura “no tiene estadísticas ni memorias” sobre los costos que se manejan y eso “dificulta establecer el nivel de eficiencia de los recursos afectados”.

El CTBA es el organismo que administra las salas públicas de la Ciudad, fue creado en 2000 y está integrado por los teatros San Martín, Presidente Alvear, Sarmiento, Regio y de la Ribera.

La Auditoría también destacó que el Complejo hace un uso “regular” de las compras y contrataciones directas cuando la normativa vigente establece que esos mecanismos deben ser excepcionales. Asimismo, se puntualizó que durante 2007 el 50,4% de las compras se hicieron mediante la caja chica común y la especial, por un total de $ 999.343. “Si bien las cajas chicas resultan una herramienta adecuada para las necesidades de producción de todo el año, su utilización no sustituye la formulación de un planificación que prevea las compras anuales”, afirma el organismo de control.

Parte del dinero de las cajas chicas fue usado para pagar impresiones, pinturas, telas, elementos de informática y electricidad. Pero, para la AGCBA, estos gastos “debieron ser previstos en su totalidad en el presupuesto” del Complejo. De hecho, el informe de la Auditoría, aprobado este año sobre datos de 2007, detectó un “incumplimiento a lo establecido en el artículo 12 de la Ley 2095” por no tener un plan anual de compras.

Por otro lado, el informe dice que el CTBA “no fundamenta la programación” de obras que eleva todos los años al Ministerio de Cultura y que, en cuanto a la producción artística, “disminuyó la oferta de espectáculos” con respecto a temporadas anteriores.