El país cuenta con un Plan Nacional del Agua, que pretende promover la gestión integrada de los recursos, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) de la ONU. Sin embargo, algunos componentes de la iniciativa no tienen planificación, plazos ni financiamiento y, de hecho, el Estado ni siquiera hizo un diagnóstico sobre la situación hídrica del territorio

Estos datos aparecen en un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) y, en pocas palabras, equivalen a decir que la Administración carece de una “línea de base que permita determinar áreas críticas y planificar la ejecución de obras hídricas según criterio de riesgo”. 

El organismo de control investigó las performances de la Secretaría de Infraestructura y Política Hídrica y su par de Desarrollo Sustentable, herederas del Plan Federal de Recursos Hídricos y gestoras de la actual iniciativa. 

La Secretaría de Política Hídrica hace "pronósticos escasos" y no se extienden a todo el país.

En esa línea, el informe -que abarcó el período entre enero de 2015 y mayo de 2018- destacó el caso de “uno de los ejes principales del Plan Nacional del Agua”. Se trata del componente llamado Adaptación a los Extremos Climáticos (AEC), una herramienta destinada a “incrementar los niveles de seguridad frente a las variaciones como inundaciones recurrentes, sequías y lluvias extremas”.

Sobre esto, la AGN descubrió que “no se elaboró un plan o programa específico para la ejecución del AEC con metas, objetivos, prioridades, plazos y financiamiento”.

Es más: “Tampoco hay indicadores estandarizados referidos a ese componente, informados en el presupuesto, que permitan una rendición de cuentas en la Cuenta de Inversión”.

Y además los técnicos aportaron que “para monitorear el desempeño de la Adaptación a los Extremos Climáticos solo aplican indicadores simples como superficie saneada y población beneficiada, sin considerar la totalidad de indicadores de gestión con los que cuenta la Secretaría de Infraestructura y Política Hídrica”. 

Por otra parte, si bien se supone que hay una “correspondencia” entre la iniciativa analizada y los ya mencionados Objetivos de Desarrollo Sustentable, la Auditoría observó que “no existe articulación e información unificada entre el Plan Nacional del Agua y las prioridades de gobierno con los ODS”.

Asimismo, la investigación añadió que “los objetivos, políticas, estrategias y acciones del Plan (figuran) en un documento elaborado por la ex Subsecretaría de Recursos Hídricos, pero no fueron aprobados por una ley del Congreso Nacional”.

El Estado no tiene un diagnóstico sobre la situación hídrica del país

Comités 

En materia hídrica existen los llamados comités o comisiones interjurisdiccionales, integrados por las regiones que comparten cursos de agua, y encargados de gestionar los recursos naturales de sus zonas. 

Ahora bien, la pregunta es ¿cuántas comisiones hay en el país? Con respecto a eso, la Auditoría notó que “existe una diferencia entre la información expuesta por la base de datos hidrológica integrada (COHIFE) y -los datos de- la Secretaría de Infraestructura y Política Hídrica, en relación a la cantidad de comités interjurisdiccionales. En ambos casos no se observa en la página web su fecha de actualización”.

Para sumar confusión, el documento agrega que la mencionada Secretaría “informó erróneamente la cantidad de comisiones creadas en el período 2016 - 2018” y que, incluso, hay “28 cuencas interprovinciales que no cuentan con comité, lo que evidencia una falta de coordinación y articulación entre los distintos actores, (que es) necesaria para la gestión integral de los recursos hídricos”.

Pronósticos

Al margen de esto, la AGN explicó que esta Secretaría debe difundir pronósticos de los cursos de agua para que se integren al Sistema Nacional de Información Hídrica. El tema es que estos vaticinios son “escasos y no están extendidos a todo el territorio, dando cuenta de la falta de datos sistematizados a nivel de las cuencas en la Argentina”, concluyó el organismo de control.