La Auditoría de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) fue sede de una de las charlas pensadas por la Asociación del Personal de los Organismos de Control (APOC) a raíz del vigésimo aniversario de la conformación del organismo de control porteño. En este caso fue el turno del politólogo Oscar Oszlak y el Dr. en Sociología, Guillermo Schweinheim, quienes dieron sus visiones sobre lo que depara la sociedad del futuro y la forma en la cual deberá actuar el control.

En este marco, Schweinheim señaló que “las instituciones deben mirar lo que pasa en el mundo e ir pensando cómo eso se va a ensamblado con nuestras propias prácticas”. “En este modelo de capitalismo hay algunas tendencias importantes que influyen en nuestra tarea”, explicó y agregó: “Las nuevas tecnologías del capitalismo nos ponen desafíos enormes. Uno de los problemas es que tenemos ricos más ricos y Estados enormemente endeudados”.

Según Schweinheim, "lo que se viene en el futuro es la auditoría de la deuda soberana"

Entre otros puntos, el Dr. en Sociología anticipó que “lo que se viene en el futuro es la auditoría de la deuda soberana. Los organismos de control tienen que pensar en la sustentabilidad de las deudas”. Más específicamente detalló que “por los contratos de Participación Público-Privada (PPP) no se sabe cuánto hay que pagar dentro de 20 ó 30 años. Esto fracasó estrepitosamente en otros Estados como por ejemplo el Inglés”.

Por último, el especialista indicó: “No podemos ignorar que, efectivamente, estamos en un momento en el que las auditorías deberían estar mirando los sistemas informatizados y automatizados”.

El Dr. en Ciencia Política, Oszlak, comenzó su presentación sentenciando que en la actualidad hay ausencia de “respondabilidad”, es decir,  “de rendición de cuentas a terceros y, por lo tanto, no funcionan los mecanismos de 'accountability'”. Por esto, “hemos amontonado organismos de control y sin embargo tenemos un 30% de control sobre la corrupción”.

El ponente explicó sobre el fenómeno de la denominada cuarta revolución industrial que se está viviendo en torno a la nuevas tecnologías y reflexionó: “En países emergentes, los gobiernos no parecen haber asumido la responsabilidad de evaluar los impactos de la nueva era sobre su gestión, las demandas regulatorias y la participación ciudadana”.

"No funcionan los mecanismos de 'accountability'", asegura Oszlak

Sobre este punto, el politólogo sostuvo que hay una serie de razones para la preocupación. “El Estado no puede librar el cambio tecnológico a su propia dinámica, sin tomar posición; existe el riesgo de que frente a estas transformaciones se ensanche la brecha tecnológica entre países emergentes y aquellos que van a la vanguardia en el campo de las nuevas tecnologías; hay aspectos éticos y culturales en este proceso de desarrollo que los Estados no pueden soslayar y por lo tanto exigen políticas, acciones preventivas y correctivas”.

Como conclusión, Oszlak se refirió a los tres desafíos que tienen los gobiernos en materia de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs): Internet como sistema público global (achicar la brecha tecnológica), Ciberseguridad (la cual en el futuro será más frecuentes y tendrá más consecuencia) y Legacy Systems (qué hacen los gobiernos con las plataformas viejas que ya no son compatibles).