La Contraloría General de la República de Costa Rica alertó sobre el registro de los nacimientos, matrimonios y defunciones, llamados también “hechos vitales”, y señaló que “si no se asientan a tiempo, los derechos fundamentales de los ciudadanos costarricenses se verían lesionados”.

Es el Departamento Civil del Registro quien lleva el asiento a partir de los documentos generados por los llamados Registradores Auxiliares. Cada uno recibe un lote de formularios pre impresos (cupones) y los completa cuando haya un hecho que asentar. 

¿Quiénes son los registradores? Tan solo “el 1% son funcionarios del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), mientras que el 99% restante realiza las tareas Ad Honorem y no tiene ninguna relación directa con el Tribunal”.

En consecuencia, los auxiliares “realizan su labor sin mayores controles por parte del TSE”. De hecho, del análisis de la información se desprende que “entre 2007 y 2014 hubo 45.481 hechos vitales devueltos por irregularidades, de los cuales 7591 no tenían firmas o sellos del registrador, pese a ser un requisito fundamental”. 

El informe advierte la existencia de “personal que cumple esa función y que no figura como tal” y cita como ejemplo el de un Director de hospital que es registrador auxiliar pero que delega la anotación de los cupones de formulario al personal de enfermería o de admisión. 

Sobre el listado de registradores auxiliares que posee la Dirección del Registro Civil, la Contraloría señaló que “no contempla distinción entre los activos y los inactivos”, ya que “se encontraron trabajadores fallecidos o inhabilitados”. De los 15.041 registradores, 1253 presentaban alguna de estas condiciones. 

La última observación toma mayor importancia si se tiene en cuenta que “en el caso del cese de la actividad, los formularios de registración de hechos vitales deben devolverse”. 

En relación a los cupones, el organismo de control manifestó que “el Registro Civil no realiza una custodia adecuada de los formulario en blanco ni tampoco tiene mecanismos de recopilación y traslado de los hechos vitales registrados”. A su vez, éstos “carecen de elementos de seguridad que permitan garantizar su autenticidad e impida que sean suplantados”.