La Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) advirtió la “baja efectividad” en la inspección ambiental de establecimientos industriales cercanos a la Cuenca Matanza Riachuelo con el fin de evaluar su actividad.

En el informe, aprobado en 2015, se destaca que de las 4500 compañías que están ubicadas en el área de influencia de la Ciudad, durante el 2014, tan “solo 237 respondieron efectivamente” a las convocatorias del programa.

Todo ello hace que la auditoría afirme que “la efectividad es baja” si consideramos que sobre un universo de 4500 establecimientos aproximadamente, al 2014 respondieron efectivamente 237 industrias (172 correspondientes a las convocatorias por rubro y 65 del Buenos Aires produce más limpio) 

La “Convocatoria a empresas por rubros” tiene como objetivo celebrar compromisos concretos con industrias para que pongan en marcha medidas de saneamiento. Entre 2013 y 2014 “se convocaron a 338 firmas de las cuales solo 172 presentaron cronogramas para su trabajo”.

Otra iniciativa es el programa “Buenos Aires produce más limpio”, que si bien existe desde 2006, “recién en 2011 se estableció su marco jurídico de acción”. De los llamados a participar que realizó el plan hasta diciembre de 2014, “solo 65 empresas habían respondido”.

Los auditores evaluaron las inspecciones de Cumplimiento Ambiental que debía hacer la Agencia de Protección Ambientalde la Ciudad (APRA), en el marco del Plan Integral de Saneamiento Ambiental (PISA) del Riachuelo durante 2013 y 2014 que, antes de la modificación que se produjo para el 2015, abarcaba a las comunas cuatro, siete, ocho y nueve.

APRA, al momento del informe, “estaba trabajando en adecuar su sistema de registros a los nuevos límites estipulados en la modificación de la norma vigente”. Ese proceso, “vuelve difícil, por un lado, el conocimiento concreto de establecimientos con los que se trabaja” (APRA se ocupa de 4500 y en los registros de ACUMAR figuran 3400) y, por el otro,  “la definición de recursos necesarios, tanto humanos como físicos”.

La Dirección General de Control de la Agencia es la encargada de llevar adelante los controles. De los 183 empleados con los que cuenta, 50 son inspectores.

Durante el período evaluado por la AGCBA, “se hicieron 6793 inspecciones, 3092 en 2013 y 3701 al año siguiente”. Como consecuencia de las visitas “se clausuraron 104 establecimientos industriales, 53 porque no cumplían con las evaluaciones de impacto ambiental y 63 porque no respetaban la ley que regula la producción, tratamiento y transporte de residuos peligrosos”.

Como punto positivo, el organismo de control señala los avances que hubo en el control que hace la Agencia sobre los establecimientos definidos por ACUMAR como Agentes Contaminantes. De los 373 identificados por la Autoridad de la Cuenca, “101 fueron reconvertidos, 112 no se transformaron pero acatan la normativa ambiental vigente, 10 se clausuraron, 121 fueron intimados y 25 no tienen actividad”.

También se vieron progresos “en el circuito administrativo de inspecciones, los manuales de procedimientos y los protocolos para la fiscalización de los conductos pluviales”, entre otros mecanismos.

Se encontraron “debilidades en la integración de datos confiables y en los procesos cuyos resultados obtenidos del uso, el seguimiento y el control ambiental deberían ser oportunos  e incorporados en las decisiones de la entidad”

Con este panorama, la Auditoría de la Ciudad concluye que “la problemática de la cuenca tiene una alta significación para la Agencia de Protección Ambiental”, por ello, “se espera una mayor articulación entre las distintas áreas, maximizando la coordinación y la cooperación entre las partes”.