Falta personal en los hospitales de la Ciudad, esta vez en el Alvear
En informes anteriores la AGCBA detectó lo mismo en el Ramón Carrillo, el Rivadavia, el Muñiz y el Rocca. Pese a que es un hospital psiquiátrico de terapias breves, los tiempos de internación superan los topes. No hay un número telefónico para sacar turnos, por lo que la gente debe hacer colas desde las cuatro de la mañana, a veces sin éxito. Sobre la rehabilitación, para el ente de control “falta una red eficaz y eficiente”.
En el Hospital Alvear no son suficientes los empleados en las salas de internación, dentro del cuerpo de seguridad, en el laboratorio y en el departamento de enfermería. Según la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA), pese a que los gastos de personal tuvieron en 2011 un incremento del 36,94% y una ejecución del 99,76%, el aumento no se vio reflejado en el nombramiento de más recursos humanos.
En la sala de internación, por ejemplo, “no están habilitadas todas las camas por la falta de trabajadores”. Puntualmente de las 94 que hay en total, solo 68 estaban disponibles para usar. El organismo de control explicó en el informe, aprobado en junio de este año, que durante 2011 “se inauguraron 34 camas en las salas de internación, pero que por la mencionada carencia no se había podido aumentar significativamente la capacidad”.
Otra de las observaciones más relevantes que realizó el equipo de la Auditoría porteña es que "pese a que el tiempo de internación no debe superar los 45 días, el promedio en 2011 para las salas de psiquiatría fue del 59,1". El área que registró "mayor desvío" fue la sala de adolescencia de mujeres con 81 días. Es importante señalar que el Torcuato de Alvear, que está en Avenida Warnes 2630, es un centro de salud público "especializado en la resolución de emergencias y urgencias psiquiátricas con técnicas de terapias breves e intensivas", por lo que la observación cobra mayor fuerza.
En 2012, mientras se realizaba la auditoría, la AGCBA observó que “el laboratorio no estaba funcionando porque no había bioquímico y la técnica estaba de licencia prolongada”. Por ello, “a los pacientes se le saca sangre dos veces por semana y esas extracciones se envían por un móvil de traslado al Hospital Durand para que sean analizadas. Luego, una enfermera va en colectivo a retirar los protocolos”. Al respecto el organismo de control añadió que “para algunas medicaciones psiquiátricas los estudios de laboratorio son necesarios”.
Sobre el departamento de enfermeros “la misma jefatura evaluó la necesidad de sumar 25 agentes” pero “el interés de ellos de formar parte del cuerpo a través de módulos es bajo ya que en las clínicas privadas ofrecen mejor remuneración”.
Finalmente, sobre el personal de seguridad se señaló que “la empresa se ocupa del cuidado del patrimonio del Hospital Alvear y que no interviene en otros casos”, por lo que “ante un caso de violencia, la falta de fuerzas de seguridad genera la desprotección tanto del personal como de los mismos pacientes”.
El después de la internación
En el proceso de rehabilitación, que para muchos requiere la intervención del Hospital, los Auditores manifestaron que "falta una Red de Salud Mental articulada, eficaz y eficiente". Es que, por ejemplo, "en la Guardia no hay un servicio de adicciones pese a que reciben pacientes que consumen sustancias y que tienen de base un cuadro psicótico". En la División de Atención Ambulatoria existen "dificultades para derivar a la gente a un centro de atención cercano a su domicilio ya sea por falta de instituciones, de personal o, en ocasiones, de medicación". En la Unidad de Adolescentes, señala el informe, "no es fácil obtener vacantes para Hogares Terapéuticos entre los 18 y los 21 años".
Un lamentable clásico en los centros públicos
Sobre la obtención de turnos para los consultorios externos el organismo de control observó que “no hay una central de telefónica”. Por ello, y ante la demanda, “los pacientes concurren antes de las 4 de la mañana para conseguir uno”. El informe agrega que pese a ello, “en muchas oportunidades se van con las manos vacías”.